Читать книгу La certificación forestal: un instrumento económico de mercado al servicio de la gestión forestal sostenible - Fernando García-Moreno Rodríguez - Страница 9
I.1. La indisoluble e inalterable relación de dependencia de los hombres con respecto a los bosques que se remonta a la noche de los tiempos y que está llamada a perdurar eternamente
ОглавлениеResulta indudable que los bosques son fuente de vida no sólo para la flora y fauna que albergan sino también para el resto de seres vivos y entre ellos, como un integrante más de tal género, para el ser humano. Buena prueba de ello es que desde el mismo momento en que el hombre pobló la faz de la tierra la vinculación de éste con aquellos fue absoluta e incondicional, pues en los mismos encontró refugio frente a las inclemencias del tiempo, protección frente a los depredadores y alimañas que le acechaban, materias primas con las que calentarse, realizar construcciones o elaborar utensilios para las más variadas finalidades, pero por encima de todas ellas, todo tipo y clase de productos necesarios para su supervivencia y sustento.
Es en virtud de tales bondades por lo que en absoluto debe extrañar que, desde los tiempos más remotos, que bien puede decirse se pierden en la noche de los tiempos, el hombre ha tenido un cierto instinto atávico por proteger y preservar, aun sin ser plenamente consciente de ello, los bosques, precisamente para poder seguir obteniendo de estos últimos los múltiples y variados beneficios a los que me he referido. Cosa distinta es que, desgraciadamente, en muchas ocasiones no haya sabido o querido hacerlo por su precipitación, ansia o afán irrefrenable de obtener beneficios desmedidos e inmediatos, más allá de los que dentro de su ciclo natural podía satisfacer el respectivo bosque, produciendo el lógico colapso del mismo y con él, en muchas ocasiones, su degradación más absoluta que ha terminado propiciando su desaparición.
Lo ideal hubiera sido –al igual que en el presente, pues desgraciadamente tal fenómeno sigue siendo una odiosa realidad en no pocos países del mundo– encontrar el perfecto equilibrio para abastecerse el ser humano sin dañar el bosque ni perjudicar a las personas más dependientes y necesitadas del mismo, que es lo que precisamente busca, como tendré ocasión de exponer más adelante, la gestión forestal sostenible, a la cual, como igualmente explicaré, contribuye la Certificación Forestal mediante la persecución de un aprovechamiento más juicioso y responsable de los productos del bosque. En cualquier caso y pese a los innegables desmanes y excesos cometidos, lo cierto es que siempre ha existido en la sociedad, más cuanto más avanzada era ésta, una tendencia o propensión a salvaguardar los bosques. De hecho, de no ser así, en la actualidad no habría prácticamente ningún bosque, máxime teniendo en cuenta la gran capacidad destructiva con que cuenta el hombre desde la revolución industrial.