Читать книгу La certificación forestal: un instrumento económico de mercado al servicio de la gestión forestal sostenible - Fernando García-Moreno Rodríguez - Страница 8
Capítulo I Aproximación a la certificación forestal: razones primigenias que justifican y respaldan su creación, antecedentes nacionales remotos que en última instancia persiguen el mismo objetivo que aquella y referencia a la gestión forestal sostenible como principal y decisivo factor desencadenante de su surgimiento
ОглавлениеComo puede constatar el lector de la presente obra, quiero iniciar la misma y con ello el presente Capítulo, primero de los que la integran, aproximándome a la Certificación Forestal, lo que implica que no voy a entrar de lleno en su estudio o análisis propiamente dicho, cuyo cometido y cumplimentación dejo para los ulteriores Capítulos que la conforman. Ahora, en el presente Capítulo, me propongo mediante dicha aproximación a la Certificación Forestal contextualizar la misma de la manera más precisa y rigurosa posible, para poder partir en los posteriores Capítulos, en donde, como ya he apuntado, sí voy a abordar el estudio y análisis de aquella de manera exhaustiva y pormenorizada, de una base lo suficientemente sólida que me permita centrar mejor cada uno de ellos. No obstante –quiero llamar la atención sobre ello–, no debe minusvalorarse, ni mucho menos, la importancia y transcendencia del presente Capítulo, pues, aunque el mismo es eminentemente expositivo, en él se dan las claves y se relatan las circunstancias que permiten entender y comprender mejor no sólo el origen de la Certificación Forestal y el porqué de la misma, sino su regulación presente.
Dentro de este primer Capítulo de aproximación o acercamiento a la Certificación Forestal voy a tratar, básica y fundamentalmente, cuatro cuestiones que considero vitales, a la par que irrenunciables, para poder entender en todo su ser y extensión el que, ya adelanto, es un instrumento de protección de los montes de primer orden, no siendo aquellas otras que las siguientes: En primer lugar, las razones primigenias que encontrándose en el sustrato más profundo y recóndito de la Certificación Forestal, y que precisamente por ello, muchas veces, cuando no, siempre, pasan totalmente desapercibidas, justifican y respaldan su creación al igual que la de cualquier otro instrumento concebido para proteger los montes. En segundo lugar, a través del análisis de las normas históricas forestales más emblemáticas, los antecedentes nacionales remotos que en última instancia persiguen el mismo objetivo que la Certificación Forestal y que de manera muy sinóptica se resume en: explotar los montes sin comprometer su pervivencia. En tercer lugar, el principio de sostenibilidad y su secuela, el desarrollo sostenible, en cuanto que artífices de un cambio de tendencia por lo que al crecimiento, desarrollo y progreso humano se refiere, favorecedor de la aparición de las condiciones propicias para poder darse la Certificación Forestal. En cuarto y último lugar, la gestión forestal sostenible, en la medida en que, como concreción de la sostenibilidad y el desarrollo sostenible en el ámbito forestal, se erige como el principal y decisivo factor desencadenante del surgimiento de la Certificación Forestal.
Quiero llamar la atención sobre el hecho de que todas y cada una de las cuestiones que conforman este primer Capítulo y que he explicitado, siquiera de manera sumaria, en el párrafo precedente, si bien no aluden directa y expresamente a la Certificación Forestal y menos aún, versan sobre ésta, todas y cada una de ellas tienen que ver con la misma, por lo que, sin lugar a duda de ningún género, contribuyen a vislumbrar mejor y más correctamente esta última. Deseo destacar, asimismo, por si no se ha caído en ello, que las cuestiones que integran dicho Capítulo siguen un orden, en virtud del cual, procedo a abordar las mismas de aquellas más genéricas y lejanas a aquellas más específicas y próximas a la Certificación Forestal, si bien, todas, como se habrá podido observar a pesar de la breve referencia que he hecho de cada una de ellas, se encuentran conectadas de un modo u otro con dicho instrumento de protección medioambiental y más concretamente, forestal, al cual vienen a contextualizar y dar luz.
Así y abundando un poco más en cada una de las cuestiones que integran este primer Capítulo, me corresponde aludir en primer lugar, a los bosques, sus clases a nivel mundial y su situación en el presente, buscando con ello, amén de hacer patente la enorme dependencia e interacción pasada, presente, y a buen seguro, futura, entre los bosques y los hombres y viceversa, cómo ante la devastación que sufrían principalmente, que no exclusivamente, los denominados bosques tropicales y que inexorablemente les abocaba, de no impedirlo, a su desaparición y extinción más absoluta como consecuencia de la deforestación impenitente que venían sufriendo, surgió la Certificación Forestal, precisamente, para tratar de paliar tan dantesco y catastrófico panorama1. Junto con tales propósitos, he querido hacer alusión también a los bosques del mundo para hacer ver el importantísimo papel a que está llamada la Certificación Forestal, pues una inmensa mayoría de ellos aún no cuenta con la misma.
Continuando con este iter totalmente premeditado cuyo destino final no es otro que facilitar una mejor comprensión de la Certificación Forestal, he tratado de mostrar en un segundo momento cómo, de facto, la protección de los bosques, sobre todo en Europa y dentro de dicho continente, particularmente en España, de un modo u otro, siempre se ha procurado, aunque sólo haya sido por el valor económico que de manera regular reportaban al hombre, lo que he querido traer a colación, para hacer ver que lo que muchos años más tarde ha traído la gestión forestal sostenible, y en relación con esta última, la Certificación Forestal, no es tan novedoso como en principio cabría pensar, pues ya los ancestros de siglos pretéritos trataban de armonizar la explotación de los montes con la conservación de los mismos, si bien, como ya he apuntado, guiados por una motivación meramente economicista, mercantilista, o si se prefiere, comercial.
Dando un paso más y también más concreto en el camino que inexorablemente conduce a la Certificación Forestal, he abordado la irrupción de la sostenibilidad y de su secuela aplicada al crecimiento y progreso humano que se concreta, como es sabido, en el desarrollo sostenible, pues uno y otro concepto, amén de inundar todos los órdenes de la vida y entre ellos, como uno más de los mismos que es, el ordenamiento jurídico de la práctica totalidad de países del mundo, tienen una repercusión más que directa sobre la Certificación Forestal, ya que esta última, en definitiva, y se denomine como se denomine, lo que busca en última instancia es garantizar, mediante la acreditación o verificación de que da fe, el desarrollo sostenible de los bosques, lo que no deja de ser una aplicación particularizada de uno y otro concepto a estos últimos.
Por último y antes de converger finalmente en el análisis y estudio propiamente dicho de la Certificación Forestal, el cual llevaré a cabo en los Capítulos sucesivos a este que ahora me ocupa, he tratado, siguiendo el orden ya indicado de cuestiones más genéricas y lejanas a cuestiones más específicas y próximas a la Certificación Forestal, la que con diferencia tiene una mayor y más íntima unión con esta última, no siendo la misma otra que la gestión forestal sostenible. Su conexión con la Certificación Forestal resulta innegable, pues si bien es cierto que a dicho instrumento de protección y salvaguarda de los montes no le compete, en puridad, lograr o conseguir que los montes sean gestionados de manera sostenible, si coadyuva a tal finalidad y cada vez de manera más significativa y relevante. De ahí, el estudio, ciertamente, pormenorizado que he llevado a cabo de la gestión forestal sostenible, pues considero que sólo entendiendo en toda su plenitud y dimensión esta última se podrá entender y comprender de igual modo y manera la Certificación Forestal.