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Diseño metodológico de la encuesta de expertos de Argentina y México

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Conviene dar los detalles del diseño metodológico de la Eeppa y la Eepemex.

a. Diseño y administración del cuestionario. Se diseñó un cuestionario estructurado con preguntas cerradas, con las cuales los expertos codifican un aspecto de la democracia en su provincia/estado, y preguntas abiertas, en donde los entrevistados pueden explicar las razones de su respuesta cerrada, calificarla, o dar una respuesta no prevista en las opciones cerradas. Dada la bien documentada tendencia de los públicos intelectualmente sofisticados a resistir el “encorsetamiento” de la realidad que supone un cuestionario estructurado (Putnam, 1973; Aberbach et al., 1975), las preguntas abiertas contribuyen tanto a los objetivos sustantivos del proyecto de investigación como al mejor flujo de las entrevistas. Las preguntas fueron diseñadas y testeadas para que fueran claras, concretas e imparciales, siguiendo las recomendaciones de la literatura sobre diseño de cuestionarios (Converse y Presser, 1986; Oppenheim, 1992; Foddy, 1993) y sobre entrevistas a élites (Dexter, 1970). Debido a la longitud y complejidad del cuestionario, la encuesta fue administrada personalmente por politólogos con antecedentes en política subnacional en Argentina, y por politólogos u otros profesionales de las ciencias sociales, muchos de ellos estudiantes de doctorado o maestría en sus respectivos campos de especialización, y también con interés y/o antecedentes en el estudio de la política subnacional en México.

b. Pretest del cuestionario. El cuestionario fue pretesteado en varias etapas. En primer lugar, el autor de la encuesta argentina lo distribuyó a varios colegas para obtener sus recomendaciones.[7] En segundo, la versión resultante fue leída y comentada por los miembros del equipo de trabajo de campo,[8] quienes sugirieron mejoras adicionales. Luego, los entrevistadores y el autor administraron catorce cuestionarios a expertos de once provincias. Estas entrevistas permitieron identificar y resolver problemas como sesgos de redacción, palabras ambiguas y preguntas particularmente dificultosas. En el caso del cuestionario mexicano los dos primeros pasos fueron idénticos,[9] pero el cuestionario que se probó era una versión que replicaba, en su mayor parte, la utilizada en Argentina con contenidos de relevancia local, algunos a petición de estudiantes doctorales o de investigadores que siguieron el proyecto y que ahora son autores en este volumen. En el caso mexicano, el fraseo de las preguntas se adaptó a los usos del país, y estudiantes del seminario de tesis “Poderes y democracias sub nacionales” de la Flacso México realizaron aplicaciones de prueba en cinco estados mexicanos. Fue después que se redactó la versión final del cuestionario.

c. Muestra. Los entrevistados para la Eeppa fueron seleccionados con dos criterios: 1) la amplitud y profundidad de su conocimiento sobre la política local, y 2) su capacidad para opinar con razonable independencia política. El entrevistado ideal fue un académico de las ciencias sociales, aunque el trabajo de campo exploratorio realizado en cuatro provincias argentinas durante 2006 mostró que los periodistas políticos y abogados del ámbito del derecho constitucional están a menudo tan bien informados sobre el régimen provincial como los cientistas sociales. La búsqueda de los expertos fue prolongada y difícil, sobre todo en las provincias pequeñas, menos desarrolladas y/o que no tienen departamentos de ciencias políticas, tales como Chaco, Formosa y La Pampa. El marco muestral de expertos para la Argentina fue desarrollado a partir de: 1) contactos académicos personales, 2) contactos generados durante la etapa exploratoria del proyecto en las provincias de Catamarca, Córdoba, Mendoza y San Luis, 3) politólogos del interior que participaron en el Congreso de la Sociedad Argentina de Análisis Político (saap) en noviembre de 2007, 4) expertos citados o entrevistados por los diarios nacionales para cubrir sucesos relativos a la política provincial, y 5) referencias brindadas por instituciones universitarias en varias provincias. Complementariamente se recurrió a la técnica de “bola de nieve”, lo cual permitió ampliar considerablemente el listado de expertos original. Se dio prioridad a los expertos con credenciales académicas, profesionales o periodísticas más distinguidas y a aquellos que fueron mencionados por más fuentes. En el caso de las provincias más “difíciles”, fue necesario relajar los criterios, a veces entrevistando a prestigiosos politólogos que desempeñan algún cargo político, y a veces entrevistando a personas que no eran estrictamente académicos, profesionales o periodistas.[10] El objetivo era lograr un mínimo de tres expertos por provincia a fin de poder calcular medidas de acuerdo (inter-rater agreement) sobre una base relativamente sólida. La muestra efectiva incluyó un mínimo de cuatro y un máximo de doce entrevistados por provincia (N total = 155, o un promedio de 6.46 expertos por provincia).[11] En la medición que aquí se propone los expertos funcionan como codificadores y, superando el estándar del Polity iv (que para la mayoría de los países utiliza un solo codificador), cada provincia es codificada por al menos cuatro expertos. En las provincias donde el nivel de acuerdo entre los expertos no fue satisfactorio, se llevaron a cabo entrevistas adicionales (Catamarca, Chaco, Formosa, Jujuy, La Rioja, Salta, Santa Cruz, Santiago del Estero y Tierra del Fuego).

La selección de la Eepemex siguió una estrategia similar: en primer lugar se buscaron expertos en política estatal que de preferencia contaran con doctorado o maestría, estuvieran adscritos a una institución de investigación y/o educación superior y tuvieran publicaciones en la materia. Este perfil se buscó, primero, a través de contactos personales, listas de membresía en el Sistema Nacional de Investigadores (sni) y/o en la Sociedad Mexicana de Estudios Electorales (smee), así como en centros de investigación y/o fichas curriculares disponibles en Internet; cuando no logramos reunir siete expertos con este perfil, se acudió al procedimiento de “bola de nieve”, pidiendo a los expertos locales identificados referencias de otros posibles entrevistados que cumplieran con las características deseadas. Finalmente, la muestra efectiva fue de 234 expertos, en la que los estados con menos entrevistados fueron el Distrito Federal y Baja California Sur (con cinco en cada uno, pero que por la uniformidad de sus respuestas no implicaron más búsquedas); mientras que el estado con más entrevistados fue Quintana Roo con diez. La media por estado fue de 7.3 y hubo una mediana de 7.

d. Trabajo de campo. La encuesta argentina fue realizada por un equipo de cinco personas (las mencionadas en la nota al pie 8, más el autor del cuestionario), el cual completó la primera etapa del trabajo de campo en poco más de tres meses (del 22 de abril al 30 de julio de 2008). Después de la codificación y procesamiento de estas encuestas, y de llevar a cabo el análisis de acuerdo entre los expertos de cada provincia, se puso en marcha la segunda etapa de trabajo de campo en las nueve provincias mencionadas arriba (del 20 de octubre al 13 de noviembre de 2008). El 81% de los expertos que se contactaron accedió a ser entrevistado. La mayor parte del 19% restante correspondió a personas que no se consideraron capacitados para responder, o que se hallaban de viaje o estaban enfermos. El autor capacitó a los encuestadores en cuatro reuniones que consumieron aproximadamente catorce horas.[12] La encuesta mexicana involucró a quince entrevistadores[13] y una coordinadora de campo, quien además contó con el apoyo administrativo de la Flacso México. Aunque los entrevistadores estaban familiarizados con las técnicas de interrogación, se cumplimentaron reuniones de información y capacitación. El trabajo de campo se realizó entre el 11 de noviembre de 2012 y el 21 de enero de 2013, pero como además de los cuestionarios contestados cara a cara se aceptaron otros que se remitieron por correo, se recibieron cuestionarios incluso durante los meses de febrero y marzo de 2013.

e. Administración del cuestionario. Todos los entrevistados de la Eeppa recibieron un correo electrónico en el que se les solicitó una entrevista explicándoles la naturaleza del proyecto, las razones de su selección, la importancia de su participación, y el anonimato de sus respuestas. Para alentar la participación en una encuesta que es larga, exigente y en ocasiones tediosa, se ofreció a los expertos un pequeño regalo (uno de varios libros sobre temas políticos adquiridos para ese fin) y el envío de un informe con los principales resultados de la encuesta apenas estuvieran disponibles. Las entrevistas se realizaron en lugares y horarios convenientes para los expertos. Sus respuestas se registraron en cuestionarios de papel, evitando así el a menudo perturbador grabador. En el caso mexicano, también se hizo contacto previo con los expertos por correo electrónico y/o por teléfono para explicarles la naturaleza del ejercicio; a quienes lo solicitaron, se les extendió una constancia, y los informes y datos han sido públicos desde la primera integración de información. Como ya se apuntó, algunos cuestionarios se enviaron y recibieron vía correo electrónico, previo contacto cara a cara, o telefónico, con el entrevistado.

f. Control de calidad y codificación del cuestionario. Las respuestas de los expertos a las preguntas cerradas fueron consideradas como los códigos definitivos. Sin embargo, en los casos en que el experto se negó a elegir una de las categorías de una pregunta cerrada, se utilizó la información brindada en la pregunta abierta asociada para asignarle un código. Si esta pregunta tampoco fue respondida, el ítem se codificó como un valor faltante. En el caso mexicano se siguió el mismo procedimiento, pero por el volumen de entrevistas y el número de entrevistados, se siguieron distintos procedimientos de verificación de la información proporcionada por los expertos, codificada y capturada en sistema.[14]

El cuadro I.1 presenta algunos detalles de la Eeppa y la Eepemex en forma comparativa.


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