Читать книгу La comuna de Paris - Hippolyte Prosper Olivier Lissagaray - Страница 23

La Internacional en el correccional

Оглавление

La Policía pudo entrever entonces que la Internacional no era el instigador, como estúpidamente creía desde la manifestación de Mentana. Ordenó persecuciones de las que la calle Gravilliers se aprovechó para desplegar su bandera, desconocida hasta entonces entre la multitud. El fiscal de S. M. Imperial estuvo «atentísimo» con aquellos honrados trabajadores, cuya asociación no estaba, desgraciadamente, autorizada.

El instigador, Tolain, hizo la defensa colectiva: «Desde 1862, nuestra consigna es que los trabajadores no deben buscar su emancipación más que por sí mismos. No teníamos más que un medio de salir de la falsa situación que nos creaba la ley; violarla para que se viese que era mala; pero no la hemos violado, pues el gobierno, la policía, la magistratura han podido o han sabido tolerarlo todo». El juez, tan amable como el propio fiscal, impuso a los detenidos cien francos de multa y declaró disuelta la Asociación Internacional domiciliada en París. Sin pérdida de tiempo, constituyóse un nuevo bureau: Malon, Landrin, Combault, Varlin, un encuadernador, reunió en unos cuantos días diez mil francos para los huelguistas de Ginebra. Nuevas persecuciones.

Varlin asume la defensa; esta vez, el tono sube: «Una clase oprimida en todas las épocas y bajo todos los reinos, la clase del trabajo, pretende aportar un elemento de regeneración. Solamente un viento de absoluta libertad conseguirá limpiar esta atmósfera cargada de iniquidades. Cuando una clase ha perdido la superioridad moral que la hacía predominante, debe desvanecerse si no quiere ser cruel, porque la crueldad es el único recurso de los poderes que caen». Tres meses de prisión rezaba la sentencia, «por haber afirmado la existencia, la vitalidad y la acción de la Asociación Internacional, interviniendo en la reciente huelga de los obreros de Ginebra, moralmente o alentando la lucha entre patronos y obreros». El bureau de París fue disuelto nuevamente.

No por eso dejó la Asociación de estar representada en septiembre en Bruselas, en el iii Congreso de la Internacional, que invitó a todos los trabajadores a oponerse a una guerra entre Francia y Alemania. La mayoría votó, a pesar de Tolain, por la propiedad colectiva; y el gobierno imperial se aprovechó de esto para asustar a algunos republicanos que empezaban a inquietarle seriamente.

La comuna de Paris

Подняться наверх