Читать книгу Salud y asistencia sanitaria en España en tiempos de pandemia covid-19 - Juan Carlos Alvarez Cortes - Страница 50

Es innegable que el envejecimiento y “los posibles escenarios de longevidad” están afectando a los sistemas de protección social y están condicionando la producción y el consumo de los países desarrollados29. Se habla hoy de una “economía del envejecimiento” (“silver economie”30), de forma que, si la mayor longevidad y el envejecimiento de las sociedades europeas afectan a los sistemas de protección social en cuanto a pensiones, asistencia sanitaria y cuidados de larga duración a personas mayores en situación de dependencia, también ese mismo escenario condiciona la producción y el consumo de las personas mayores.

La “silver economie” se refiere a todo el conjunto de actividades económicas que se dirigen a satisfacer las necesidades de un segmento cada vez más importante de la población: las personas mayores. Los estudios en este ámbito suelen definir a las personas mayores como personas de cincuenta o más años que constituyen una mezcla heterogénea de personas en la que se pueden diferenciar sectores distintos, preferentemente distinguiendo entre las personas mayores que siguen trabajando y aquellas que han alcanzado la edad de jubilación. La “silver economie” abarca “una serie de actividades económicas relacionadas con la producción, el consumo y el comercio de bienes y servicios de interés para las personas mayores, tanto públicas como privadas, así como los efectos directos e indirectos de estas actividades”31. El Informe realizado para la Unión Europa sobre la “silver economie” destaca que los estudios y análisis muestran que la economía del envejecimiento puede desempeñar un papel esencial en el apoyo a la actividad en diversos sectores, ya que las personas mayores constituyen una parte muy importante de la demanda en algunos mercados clave, como vivienda, alimentos y bienes y servicios para el hogar, y es especialmente pronunciado en los servicios relacionados con la salud, donde los mayores de cincuenta años representaban el 54% del consumo total en 2015, 15 puntos porcentuales más que su participación en la población total.

En este marco, en la Unión Europea se considera que la “silver economie” puede constituir “un factor de equilibrio”, beneficioso para las empresas y vinculado a “una identidad positiva y socialmente inclusiva para las personas mayores en Europa”32, que puede contribuir a acelerar el logro de beneficios sociales y económicos adicionales. Así, dentro de este sector económico del envejecimiento, los institutos de investigación de mercados prevén un crecimiento importante en los próximos diez años de ámbitos relacionados con la “salud conectada” o con la atención integral (nuevas aplicaciones informáticas relacionadas con la salud, dispositivos sanitarios móviles y servicios sanitarios móviles), pero también con la robótica, turismo, soluciones de domótica, herramientas/aplicaciones para el análisis de datos para el envejecimiento activo y saludable, el sector de la educación superior, los coches sin conductor, o el sector de la educación superior, entre otros. Nuestros estudios sobre salud conectada y servicios de atención integrada y mejora de la conectividad destacan su potencial para una integración más estrecha de los servicios sanitarios y sociales en la agenda digital. No obstante, ello requiere una actuación de promoción, estímulo y financiación de los propios Estados, así como de la Unión Europea; pero también la promoción de la participación activa de las personas mayores en el mercado laboral y el apoyo a la innovación entre los productos y servicios para la vida independiente en los barrios y ciudades abiertos a todas las edades.