Читать книгу Julio Camba: Obras 1916-1923 - Julio Camba - Страница 55
Los hombres-peces
ОглавлениеBurgess en el agua.
A mí no me produce emoción ninguna eso de que Burgess haya atravesado a nado el canal de la Mancha. Yo no lo atravesaré nunca de la misma manera, aunque me quede sin dinero en Londres y no tenga otro medio de salir. Cuando Bleriot hizo en aeroplano el mismo viaje que acaba de hacer Burgess a nado, la cosa era distinta. Bleriot no había arriesgado su vida inútilmente. Aquello constituía un ensayo para la Humanidad. Gracias a las proezas de los aviadores, la aviación llegará a ser un día una cosa práctica y todos podremos volar. En cambio, la hazaña de un nadador, aunque sea tan grande como ésta de Burgess, carece en absoluto de interés social.
Burgess ha atravesado el canal de la Mancha en veintitrés horas y cuarenta minutos. Nuestros padres han traducido Manche, que quiere decir manga, por mancha, y los franceses nos echan en cara este error de traducción con bastante frecuencia. Yo rectificaré escribiendo «canal de la Manga» en cuanto los franceses a su vez digan «Don Quixotte de la Fache» y no de la manga (de la Mancha).
¡Veintitrés horas y cuarenta minutos en el agua! Indudablemente ese Burgess es un pez. Por el aspecto parece un barbo. En sus manifestaciones a los periodistas expresó que no las tenía todas consigo antes de zambullirse y que estaba muy escamado.
Otro nadador que anteriormente había intentado sin éxito atravesar el canal, dice que Burgess ha triunfado por sus doggeless. Dog es perro, en inglés, y doggeles — perrería— significa obstinación. No; Burgess no tiene ninguna cualidad de perro. Es un pez. Yo he dicho en un artículo que Inglaterra es un pueblo-pez, y que todas sus virtudes —la limpieza, la frialdad, la falta de sentimentalismo, etc.—, así como sus ideales, sintetizados en el gran ideal de dominar los mares, son ideales y virtudes de pez. Cada inglés es un poco pez, y Burgess es un pez representativo. Su hazaña ha suscitado un entusiasmo formidable, y el rey le ha enviado un telegrama de felicitación.
Yo creo que, así como en España los chicos sueñan con ser pájaros y prueban a meterse un alfiler en la cabeza para que les salgan alas, los chicos ingleses sueñan con ser peces. No sé si se meten alfileres o no; pero muchos se salen con la suya.
Burgess cuenta que cerca de la costa de Francia una porción de pececillos comenzaron a seguirle, y que algunos le mordían los pies. Era de entusiasmo seguramente.