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ОглавлениеEl deporte y el profesor Luis María Cazorla Prieto
ALBERTO PALOMAR OLMEDA
Profesor titular (acreditado) de Derecho Administrativo
Magistrado de lo Contencioso Administrativo (EV)
Abogado
SUMARIO: I. REFERENCIA INELUDIBLE EN EL DERECHO DEL DEPORTE. II. UN DIRIGENTE DEPORTIVO. III. UN DEPORTISTA.
I. REFERENCIA INELUDIBLE EN EL DERECHO DEL DEPORTE
El deporte es un fenómeno social como, probablemente, ningún otro por su importancia, por su relevancia, por su visibilidad, su incidencia en la economía y, sobre todo, por su vinculación afectiva. El deporte se ha convertido en una forma de vivir, de entender la vida, de convivir.
Un ejemplo vivo y pujante de esta evolución es el Prof. Cazorla Prieto. Muchos otros trabajos de esta Obra glosan su importancia y su relevancia social, académica e intelectual en términos que, probablemente, permitan reparar en la magnitud de la persona y del intelectual. Estas breves páginas tienen como objetivo recordar su importancia y su trascendencia para el deporte, para el Derecho del Deporte (no del derecho deportivo como él mismo acostumbra a corregirme).
Me resulta, obviamente, más sencillo, comenzar por recordar que el Prof. Cazorla Prieto es un pionero en el tratamiento jurídico de la actividad deportiva. Su Obra, Deporte y Estado, publicada en 1977, tras una ponencia el Autor en el seno de la Asamblea General del Deporte, es una obra que planteó cuestiones que hasta el momento nadie –en España– se había cues-tionado. Se trata de una Obra que tiene el Prólogo de José María Cajigal una de las referencias ineludibles en la vida del deporte que, tempranamente, conoció y analizó la obra del Prof. Cazorla Prieto y le dedicó un Prólogo que ciertamente invita a la lectura. Esta Obra tiene dos ediciones. La segunda edición, publicada en la Revista de Aranzadi de Deporte y Entretenimiento, con el número 8 de las Monografías asociadas a la misma. La Revista había sido fundada y concebida por el Prof. Cazorla Prieto y, posteriormente, dirigida por quien suscribe estas páginas hasta, al menos, el número 71 que verá la luz próximamente.
En esta segunda Edición, el Prof. Cazorla Prieto me permitió, con una generosidad y comprensión que nunca olvidaré, realizar un Estudio Preliminar que no tenía otro objeto, como tantas veces ocurre en ciencia, de seguir las cuestiones donde él las había dejado. Tengo que decir que nunca me repuse de la emoción de haberme elegido para un estudio preliminar que el tiempo demostró que aportaba poco al Libro que curiosamente (de ahí su importancia) estaba pleno de actualidad más allá de las citas normativas. Muchos años después, con tanta afición al estudio del derecho del deporte, esta sigue siendo una obra imprescindible porque aporta fundamento a una reflexión teórica.
A partir de esta Obra, la labor del Profesor alcanzó al estudio de las sociedades anónimas deportivas, a los aspectos de fiscalidad y al conjunto del sistema deportivo en aquella obra de la Editorial Tecnos que salió al publico como la denominación del Derecho del Deporte. Su presencia en coloquios, conferencias, másteres, doctorados y actividades académicas de todo tipo desbordan el propósito de estas líneas, pero es lo cierto que no sería justo glosar la actividad del Profesor en el ámbito del deporte sin indicar que su referencia y su prima-cía intelectual es, claramente, palpable y, desde luego, referenciable.
Nada en el Derecho del deporte se ha analizado sin aceptar, discutir, discrepar o asumir la Obra y los pensamientos del Profesor. Esto nos permite indicar que ha sido una referencia obligada tanto para asumir sus tesis como para discrepar de ellas. Esta es la grandeza que debe reconocerse.
II. UN DIRIGENTE DEPORTIVO
El deporte es, sin duda, práctica. Volveremos sobre este punto más adelante. Pero el deporte es, también, organización y la organización está ligada a la función directiva. España ha tenido y tiene muy importantes dirigentes deportivos. Me vienen a la memoria nombres como el de Saporta, Anselmo López, Pablo Porta, Ernesto Segura de Luna. El Prof. Cazorla está, sin duda, entre ellos. Tres hitos demuestran esta afirmación.
En 1978, El Profesor, era Director del Gabinete del Ministro de Hacienda (1979/1981). El cargo tenía una relevancia especial para un joven Abogado del Estado. El cargo tuvo una “guinda” que, probablemente, marco su carrera como dirigente del Deporte. Fue nombrado representante del Ministerio de Hacienda en la organización del Mundial de Fútbol de 1982. Esto le permitió conocer a la élite del fútbol mundial y, en general, a la élite del deporte. Solo los que hemos servido en la Administración Pública muchos años somos conscientes y valoramos lo que significa estar en cualquier órgano representando al Ministerio de Hacienda. Las especiales cualidades del Prof. Cazorla hicieron que aquella presencia no pasará desapercibida para el mundo del deporte que encontró en él una figura singular con capacidad de diálogo y entendimiento y, además, claramente a favor de la actividad deportiva.
Esta capacidad relacional le lleva a conocer a Juan A. Samarach. Juan Antonio Samarach es conocido por sus mandatos al frente del COI, pero, mucho antes, fue un dirigente del deporte conocido mundialmente y con una influencia sobrada en el conjunto del movimiento deportivo. Samaranch es una persona que cree y marca la carrera del Profesor Cazorla. El COI pasó notables dificultades como consecuencia de los procesos de adjudicación de sedes (sin duda el gran y continuo problema). Samarach era un dirigente astuto, inteligente y con visión que supo encontrar una fórmula para aislar los problemas de las personas que lo habían gestionado. Crea una comisión de reforma de los procedimientos y del funcionamiento del COI. La Comisión nace al mundo con el nombre más popular y conocido, el ex secretario de Estado de EE. UU, Henry Kissinger. Es cierto que allí había personas de relevancia mundial como Agnelli, Roge y Bach (posteriormente presidentes del CIO). Lo relevante a los efectos de lo que aquí analizamos es que el secretario de la Comisión fue el Profesor Cazorla que fue miembro de la Comisión Jurídica del COI y que ejerció como miembro y ponente de determinadas materias de esta Comisión. La importancia de la labor de esta Comisión es que el mundo entero del deporte aceptó su dictamen –sin exigencia de responsabilidades a los anteriores gestores– y como un planteamiento de futuro, abierto y consistente que evita los problemas anteriores y ponía en órbita a la organización olímpica conforme a nuevas reglas que trataban de evitar viejos problemas. No sé si hemos valorado suficientemente la repercusión que la presencia del Prof. Cazorla Prieto tuvo en esta comisión, pero lo que sí estoy seguro es que el orgullo que hoy nos produce es más relevante que cualquier olvido o minusvaloración provisional.
Situado en este plano del movimiento internacional olímpico, fue nombrado Vicepresidente Primero del Comité Olímpico Español en 2005. Tras una etapa no muy larga decidió apartarse de esta organización y volver a sus quehaceres. Tuve la suerte de convivir con él en el Comité ejecutivo del COE durante esta etapa y, con visión de organización, puedo decir que su aportación fue especialmente relevante en un momento de cambio radical de modelo de organización del COE y de asunción del mismo por parte del movimiento federativo. Las instituciones se caracterizan por superar las consideraciones humanas y, desde esta consideración, su vicepresidencia honró la institución y al deporte olímpico español.
Nos desvelo ningún secreto personal si digo que, dirigentes de los dos partidos más importantes de España –los que han gobernado desde la aprobación de la Constitución–han querido convertirle en Secretario de Estado para el Deporte. Declinó todas aquellas ofertas más por razones personales y profesionales que por gusto. A buen seguro que la actividad le interesaba y el cargo también. Sin embargo, la vida, cuando es tan amplia como la del Prof. Cazorla no siempre te permite elegir lo que más te gusta sino aquello en lo que crees que debes de estar en cada momento. Las ofertas demuestran, sin embargo, que su capacidad directiva estaba asumida como un “bien público” o como algo de “dominio público” hasta el punto de ser la opción de partidos políticos diferentes que, sin embargo, le vieron como una referencia en el deporte.
El dirigente del deporte es, por esencia, una persona abnegada. El éxito final es el del deportista, pero éste no puede acceder a aquel sin una organización seria y ordenada que disponga lo necesario para que el propio deportista pueda tener su éxito. Se trata de una labor sin compensación económica, con escaso reconocimiento social explícito. No obstante, esto, el mundo del deporte le reconoció sus méritos con la Medalla al Mérito Deportivo. Puede fallarme la memoria, pero seguramente es la primera de las medallas de este orden que recayó en un jurista, por su obra y su quehacer.
III. UN DEPORTISTA
Probablemente esta tercera parte es la que más le guste al Prof. Cazorla Prieto. Se trata de indicar que, además, ha sido un gran deportista. Gran deportista es el que hace deporte, el que siente la actividad deportiva, el que la práctica, el que la vive cada día.
En este punto debemos indicar que se trata de deportista relevante. Iniciado en el lanzamiento de martillo (pequeño) del que llegó a ser campeón de la Comunidad de Madrid, se mantiene en el atletismo y, sobre todo, en los maratones. Su pasión por el deporte le convierte en un ser madrugador y en una persona exigente con su afición y con su dedicación. Cuando muchos empezamos la jornada laboral, el Prof. Cazorla ha cumplido ya sus exigencias deportivas y, en muchos casos, algunas otras. Atletismo, maratón y, finalmente, esquí son tres actividades deportivas muy presentes en la vida de un deportista anónimo pero muy representativo de los valores y de la esencia del deporte. El deporte es la actividad y la entrega diaria, el sacrificio individual, la constancia, la disciplina, la superación y todas ellos son calificativos plenamente aplicables al Prof. Cazorla Prieto.
Esta pasión individual ha pasado a ser colectiva. La familia Cazorla hereda esta forma de ver la vida. El es capaz de recordar los tiempos de los maratones de sus hijos y de mostrar la foto en la que tres generaciones de “Cazorlas” pasan la línea de meta de un maratón. Sin duda, esta pasión transmitida solo es posible desde un planteamiento vital previo: la importante que es para Luis María Cazorla el deporte en toda su dimensión, la personal, la directiva, la intelectual.
Espero que estas líneas estén a la altura del requerimiento. Hacer una semblanza del Profesor en su vertiente intelectual era una labor sencilla porque su obra y su actividad es tan relevante que lo dificil es fracasar. Trascender de este plano, por muchos años que llevemos juntos, no es tan sencillo y espero no desmerecer con estos comentarios lo que, sin duda, es un plano de la máxima relevancia en su vida.
Madrid, 3 de abril, 2021