Читать книгу Los derechos de adquisición - Paloma de Barrón Arniches - Страница 64

Observamos, salvo algunas matizaciones, el paralelismo del art. 3112-6.1 PAPDC con el art. 1518 CCEsp, dedicado al retracto convencional o pacto de retroventa al que se remite el art. 1525 CCEsp relativo al retracto legal. Se equiparan los reembolsos a efectuar en el ejercicio del derecho de retracto convencional y en el retracto legal, cuando la situación es muy diferente. En el retracto convencional quien ejercita el retracto es el propio vendedor, que ha sido parte en el contrato de compraventa con pacto de retroventa, contrato en el que se reserva el derecho de recuperar el bien; que el comprador adquiera definitivamente el bien, o que pueda ser privado del mismo, queda en manos del vendedor, en cuyo interés se ha dispuesto el pacto de retroventa; por ello resulta equitativo que, si el comprador se ve privado del bien, quede éste indemne de los gastos originados. En cambio, en el retracto como segunda fase del derecho de tanteo y retracto, el retrayente es absolutamente ajeno al contrato por el que el propietario transmite el bien a un tercero. La transmisión se ha producido incumpliendo la obligación de notificar inherente al tanteo, y por tanto los gastos que se derivan de dicha transmisión no son imputables al retrayente, sino a transmitente y adquirente; ambos son conscientes de que el tercero podrá perder el bien si se ejercita el retracto, por lo que son ellos quienes deberían asumir los gastos generados por la primera transmisión. Cierto es que el retrayente podrá ser resarcido de dichos gastos, conforme al art. 3112-4 PAPDC: “Cuando por acción u omisión el transmitente frustra la posibilidad de ejercer el derecho de tanteo, queda obligado al resarcimiento de los daños ocasionados por esta causa de acuerdo con las reglas de la responsabilidad civil”; ahora bien, no se le debería imponer la carga de inicialmente abonar dichos y tener que reclamarlos al transmitente84.