Читать книгу Más que unas memorias - Ramón Tamames - Страница 29

NUEVE MOTES DE INFANCIA Y JUVENTUD

Оглавление

Sintéticamente, reseñaré los sobrenombres que desde mis primeras edades fueron dándome dentro de la familia o por el círculo de amistades.

De la época de la guerra: Mamamoncha y La bailarina ugetera. El primero, porque en aquellos años de niñez, lloraba por cualquier motivo. El segundo, se suponía que en la guerra se relacionaba con la UGT, el sindicato de los socialistas.

Proporcionados por una tía mía: Bocanegra, no por la ópera italiana de Simon Boccanegra de Giuseppe Verdi, sino por una asociación con mis aficiones a criticar cualquier cosa, a veces indebidamente.

Ofrecido por algunos juveniles contertulios del Café Gijón: el camionero. Por el aspecto un poco rudo y directo que, según una jovencita francesa, tenía en tiempos de mi mejor juventud.

Propuesto por el dibujante Enrique Herreros: el erudito, de cuando en una excursión a Gredos me descubrió como sabedor de algunas cosas más de las que él se esperaba del mozalbete que por entonces era yo.

Designado por mi tío Fermín: el historiador, por obvias razones: me gustaba mucho la gran materia de Heródoto, Tucídides... y luego Toynbee, Artola, Anes, etc.

Puesto por mí mismo a efectos de algunas obras pictóricas propias: Ramonofski. Tal vez por algunas aficiones eslavófilas, más polacas que rusas; sobrenombre que sólo me aplican algunos amigos de los tiempos de la Transición.

Según algunos alumnos míos de la facultad: Toro sentado. Se estima que por una película del Oeste en que había un jefe sioux de ese mismo nombre, que ejercía su autoridad con dejes no poco justicieros.

Los alias, motes, o sobrenombres —¿son realmente sinónimos esas diferentes voces?— siempre me parecieron una forma muy expresiva de perfilar alguna característica particular de cada persona. Por eso los he traído aquí a colación. De modo que, según esa idea, yo fui un niño muy llorón en la infancia (Mamamoncha), pero al tiempo alegre (La bailarina ugetera), díscolo dentro de su familia (Bocanegra), un tanto impulsivo en su juventud (el camionero), interesado por casi todo (el erudito), atraído por la historia (el historiador), interesado por la pintura (Ramonofski) y partidario de la auctoritas (Toro sentado).

Más que unas memorias

Подняться наверх