Читать книгу Psicoterapia Integrativa EIS - Roberto Opazo - Страница 29
El valor efectivo de una "buena" teoría
ОглавлениеLa aplicación del método científico a la psicología, y a la psicoterapia, requiere de cierta flexibilidad; y de adaptación al objeto de estudio. No es cosa de llegar y trasladar la metodología de las ciencias "duras" al ámbito de las ciencias sociales. El punto lo retomaremos próximamente.
Si nos preguntamos acerca de la utilidad de las teorías en psicoterapia, lo primero que nos sale al encuentro, ya lo hemos señalado. Involucra que, las "buenas" teorías, aportan mucho: comprensión, predicción, una guía para la investigación, un trasfondo guiador de la psicoterapia, organización de la acumulación del conocimiento, etc. Y hemos visto que las "malas" teorías, restringen, aprisionan, distorsionan, desorientan, empobrecen y perjudican. La inquietud siguiente pasa a ser cómo reconocer la "calidad" de una teoría; y cómo ir rescatando, y/o generando, teorías de "buena calidad". Bandura, logra precisar muy bien lo que sería una "buena" teoría:
El poder explicativo de una teoría psicológica, está relacionado con diferentes aspectos. Primero, las teorías deben demostrar poder predictivo. Segundo, los métodos que las teorías arrojen deben ser capaces de efectuar cambios significativos en el pensamiento, afecto y acción humanos. La debilidad en las teorías se manifiesta rápidamente cuando son puestas a trabajar y pueden ser juzgadas por los resultados que producen. Uno puede producir y cambiar eventos sin conocer las bases para el éxito. Por lo tanto, tercero, las teorías deben identificar los determinantes de la conducta humana y los mecanismos intervinientes por los cuales producen sus efectos. Pero aquellas explicaciones que no tengan valor predictivo serán pseudo-explicaciones (1986, p. 3).
En suma, la estatura del conocimiento – y de las teorías en psicoterapia – se establece por su capacidad de aporte a predicción y cambio. Y carece por completo de sentido sostener que toda teoría tiene sus méritos, que basta con el hecho de que sea consistente consigo misma, y que ninguna teoría es superior a otra. Si ninguna fuera superior a otra, no se sabe muy bien qué aportaría cada una; por lo pronto, ninguna aportaría un plus a la génesis de un mejor conocimiento.
En el contexto de una "teoría-práctica", una "buena" teoría debería ser capaz de contribuir a generar una mejor psicoterapia. Conectando conceptos, podríamos decir que una "macro-teoría" guiadora, de "buena calidad", involucraría un "macro-aporte" al desarrollo de la psicoterapia. Y una "macro-teoría" guiadora, de buena calidad, no podría ser reduccionista, lo cual constituiría otro aporte esencial al desarrollo de la psicoterapia.
En los dominios de las teorías, sin embargo, nos encontramos frente a un panorama particularmente complejo. Si hemos tenido serios problemas para generar teorías válidas, en niveles más "micro", difícilmente seremos capaces de generar una teoría, no reduccionista y válida, en un nivel más "macro". En el contexto que he venido explicitando, alcanzar el objetivo de generar una "macro-teoría" predictiva, guiadora, no reduccionista, fundamentada, válida y compartida, se dificulta mucho. Paradójicamente, el que una tal teoría llegue a ser "compartida", se dificulta mucho; por muy bien fundamentada que esta teoría pueda estar.
De este modo, el generar esta tan necesaria "macro-teoría integrativa", involucra dificultades que, hasta ahora, han resultado insalvables. Adicionalmente, todo hace suponer que, si seguimos recorriendo los mismos caminos, simplemente no desarrollaremos jamás una "macro-teoría integrativa" realmente orientadora y realmente predictiva.