Читать книгу Regulación del sistema eléctrico - Cristina Gil-Casares Cervera - Страница 26

Un segundo grupo relevante se refiere a las normas sobre cambio climático. Como punto de partida, se puede adoptar la celebración en nombre de la Unión Europea del Acuerdo de París, firmado el 22 de abril de 2015, aprobado en virtud de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático [Decisión (UE) 2016/1841]. Este Acuerdo ha sido también firmado por los Estados Miembros. En él se establece un objetivo a largo plazo que está en consonancia con el objetivo de mantener el aumento de la temperatura mundial muy por debajo de los 2° C en relación con los niveles preindustriales y de proseguir los esfuerzos para que permanezca en 1,5 °C por encima de esos niveles. Para el logro de estos objetivos, se prevé que las Partes comuniquen las contribuciones que realizarán a nivel nacional.

Dentro de este marco, se han establecido los objetivos en materia de clima y energía, primero en un Acuerdo adoptado por el Consejo Europeo el 24 de octubre de 2014, y luego mediante la revisión de tales objetivos. Estos objetivos se refieren a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, el incremento de la cuota de energías renovables y la mejora de la eficiencia8.

Una pieza fundamental de este régimen es el Reglamento (UE) 2018/1999 sobre Gobernanza de la Unión Europea, cuyo objetivo consiste en lograr que la Estrategia de la UE se implante de forma coordinada. Entre las medidas más relevantes, se prevé que los Estados presenten un Plan Nacional Integrado de Energía y Clima para el período 2021-2030, la emisión de informes sobre progreso por parte de los Estados, y la atribución a la Comisión de potestades de control y evaluación.

Otra de las normas relevantes en la materia es la Directiva (UE) 2018/2001 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 11 de diciembre de 2018, relativa al fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables. En ella se establece el marco común para el fomento de las energías renovables, estableciendo el objetivo en forma de cuota general de energía procedente de fuentes renovables en el consumo final bruto de energía en 2030 (del 32 %, como antes se ha expuesto). Además, se incluyen normas sobre ayudas financieras y recoge disposiciones sobre autoconsumo.

En fin, dentro de este ámbito tienen también relevancia otras normas que, aunque no dirigidas a regular exclusivamente el sector de la energía, sí que tienen una relevancia fundamental en este sector. Es el caso, por ejemplo, de las normas sobre comercio de derechos de emisión, entre las cuales, cabe citar la Directiva 2003/87/CE, modificada por la Directiva (UE) 2018/410 para su aplicación a la IV fase (2021–2030).