Читать книгу Comentario al texto hebreo del Antiguo Testamento - Job - Franz Julius Delitzsch - Страница 30

Job 1, 6–11 Job 1, 6

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6Pues bien, un día acudieron a presentarse delante de Yahvé los hijos de Dios, y entre ellos vino también Satanás.

La traducción “y sucedió un día” ha sido rechazada por Gesenius 109, 1, c. Suele decirse que el artículo se refiere aquí a lo que precede, a “aquel día” (en que actuaba en la tierra Job), a aquel tiempo. Ciertamente, este modo de expresión se encuentra al principio de las narraciones, de manera que no tiene por qué referirse a algo anterior en concreto, cf. 2 Rey 4,18. Pero el artículo (~AYëh;) se emplea aquí de una manera opuesta, porque el narrador está conectando mentalmente este día con lo que vendrá después, y esto hace que él no se exprese de un modo totalmente indefinido, en contra de lo que suele suceder en las narraciones de tipo occidental. El autor de esta historia atribuye una medida terrena de tiempo a las realidades que se refieren a Dios y a los espíritus, de manera que las cosas del cielo quedan aquí representadas de un modo parabólico. Pero los presupuestos con los que él actúa (es decir, que están en el fondo de su texto) aparecen por todas partes en la Escritura:

–Los בּני האלהים, hijos de Dios, como nombre de los espíritus celestes, aparece también fuera del libro de Job (Gen 6, 2; cf. Sal 29,1; 59,7; Dan 3,25). Ellos reciben ese nombre por su semejanza con Dios, porque surgieron de Dios en el tiempo más antiguo de la creación, antes del surgimiento del mundo material, antes que el hombre viniera a la existencia (Job 28, 4-7); la designación בּני está evocando el modo particular de su creación.

–En segundo lugar, conforme a la enseñanza de la Escritura, estos “hijos de Dios” son sus servidores cercanos, los que asisten a Dios de un modo más íntimo, como expresión de la gloria creada más cercana, de la que él se ha rodeado en su gloria eterna; y de esa forma los emplea Dios como instrumentos inmediatos de su administración cósmica. Esta representación está en el fondo de Gen 1, 26, que Filón explica de un modo correcto diciendo: διαλέγεται ὁ τῶν ὅλων πατὴρ ταῖς ἑαυτοῦ δυνάμεσιν (así aparece como padre de todas sus potencias), como supone también el Sal 59, 6‒8, un salmo muy cercano al libro de Job. En esa línea, קהל y סוד están evocando la asamblea de los santos, de los espíritus celestes, desde donde, como ἄγγελοι o mensajeros de Dios, ellos salen para actuar en el universo y entre los hombres.

–Sentido de Satán. Esta es, además, la enseñanza de la Escritura, según la cual uno de esos espíritus se ha separado del amor de Dios, ha invertido la verdad de su existencia luminosa, y se ha convertido en enemigo de Dios y de todo lo que esa divino en el mundo. Este espíritu recibe, en su referencia a Dios y a las creaturas, el nombre de השּׂטן, que procede del verbo שׂטן, enfrentarse, oponerse, actuar con enemistad, un nombre que aparece aquí por primera vez y que solo vuelve a aparecer en Zac 3, 1-10 y en 1 Cro 21,1. En el momento en que la hokma volvió a dirigirse, con preferencia decidida, a los recuerdos más antiguos del mundo y de la humanidad, antes del surgimiento de las naciones, ella tuvo que reconocer la existencia de este espíritu de Gen 2‒3, opuesto a Dios. La referencia frecuente al árbol y camino de la vida en los Proverbios de Salomón muestra la forma en que la investigación de ese tiempo estaba vinculada con la temática del Paraíso, de manera que no puede resultar sorprendente que la Sabiduría haya acuñado este nombre, השּׂטן, para el mal espíritu.

–Por un lado, en la línea de 1 Rey 22, 19-22; Zac 3,1, y por otro en la de Ap 12, este Satán aparece aquí todavía entre los buenos espíritus, pareciéndose así a Judas Iscariote, que forma parte de los discípulos de Jesús, hasta que se revela su traición. La obra de la redención, durante la cual se despliega la enemistad de Satán frente a Dios, y por la que se muestra el daño que Satán realiza en el mundo, constituye una historia incompleta a lo largo de todo el Antiguo Testamento. Herder, Eichhorn, Lutz, Ewald y Umbreit piensan que la forma de situar a Satán en relación con la deidad y con los buenos espíritus no es más que un cambio de representación externa, que se ha introducido en Israel a partir de influjos externos; pero si Jesucristo es realmente el vencedor de Satán, como él mismo afirma, el reino de los espíritus ha tenido que tener una historia, que está dividida en dos eras por el mismo triunfo mesiánico de Cristo (antes y después de su venida y de su obra). Más aún, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento concuerdan en que Satán es un adversario de Dios, y que es en consecuencia totalmente malo, pero que él debe servir a Dios, que utiliza a este mal ministro para el fin de su salvación y para el despliegue de la redención en el gobierno del mundo.

Este es el pensamiento principal que está en el fondo de la escena. Los elementos terrenos de tiempo, espacio y diálogo pertenecen a la escenificación poética. En lugar de לפני se utiliza ya en otros lugares התיצּב על (cf. Prov 22, 29): על es una forma de lenguaje que deriva de la ilusión óptica referida a alguien que está en la parte delantera y que parece adelantarse respecto de los que están por detrás. Todos los espíritus se presentaron para presentar ante Dios el resultado de sus funciones y para seguir recibiendo órdenes. El dialogo siguiente se realiza entre Yahvé y Satán

Comentario al texto hebreo del Antiguo Testamento - Job

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