Читать книгу Comentario al texto hebreo del Antiguo Testamento - Job - Franz Julius Delitzsch - Страница 57
Job 4, 17–21
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17¿Será el mortal más justo que Eloah? ¿Será el varón fuerte más puro que su Hacedor? 18Mirad, él ni siquiera en sus siervos confía, y en sus ángeles descubre imperfecciones, 19¡cuánto más en los que habitan en casas de barro, consumidas por la carcoma! 20De la mañana a la tarde son destruidos, perecen para siempre sin nadie que lo repare. 21¿La cuerda de su tienda no se rompe? Mueren por no tener sabiduría.
Surge aquí la pregunta de si el מן antes de Eloah y de Hacedor es comparativo: prae (comparando qué aflicción es más justa que la otra). Sobre lo cual observa Mercier (=Mercerus) con penetración: justior sit oportet qui immerito affligitur quam qui immerito affligit (conviene que sea más justo quien sin causa es afligido, que aquel que sin causa aflige a los demás). Pero ese מן puede ser también causal, con el sentido de a Dios, es decir (a causa de Dios): ita ut a Deo justificetur (de manera que sea justificado por Dios).
Todos los traductores modernos se inclinan decididamente por la última opinión. Hahn afirma justamente que עם y בּעיני aparecen en otros lugares con una conexión semejante. Y quizá Job 32, 2 ha de explicarse de la misma manera, de forma que este sentido no aparece solo en ese pasaje. Los siervos de Dios que aparecen en 4, 18 son los ángeles.
שׂים con בּ significa imputare (1 Sam 22, 15). En esa línea en Job 24, 12 (cf. Job 1, 22) leemos תּפלה, que significa absurditatem (sentido que Hupfeld quiere restaurar también aquí), unido al verbo con ese significado. La forma hl'(h\T' de 4, 18 no ha de tomarse en el sentido de stultitia, del verbo הלל; la semivocal, con la ausencia de dagesh, no permiten que tenga ese sentido.
La palabra תּרן de etimología insegura (cf. Olshausen 213, c) no puede tomarse como analogía válida. Por su forma, ella parece ser un verbo lamed-he, como תּרמה de רמה, un verbo que podía ser הלה, en nifal. Cf. נהלא, remotus, Miq 4,7: ser distante, ser diferente, más allá de lo normal. Puede venir también de הלה (targum הלא, הלּי), con el sentido de לאה, debilidad, falta de fuerza24.
Ambos significados (absurdo y sin fuerzas; en la traducción he puesto imperfecciones) pueden servir, porque aquí no se afirma que los buenos espíritus pecan positivamente, como si el pecado fuera una consecuencia natural necesaria, derivada de su carácter de creaturas finitas, sino que se quiere indicar que incluso la santidad de los buenos espíritus no es igual a la santidad absoluta de Dios, y que esta deficiencia es aún mayor en los hombres, que son espíritus corpóreos, cuya naturaleza original proviene de la tierra.
Este pasaje supone, al mismo tiempo, que la distancia entre Dios y las creaturas de la tierra es desproporcionadamente mayor que la distancia entre Dios y el espíritu creado, porque la materia está destinada a ser exaltada, tomando la naturaleza del espíritu, pero ella pone también al espíritu en peligro de ser degradado al nivel de la materia.
4, 19. La partícula אף, lo mismo que אף כּי, significa quanto minus, o quanto magis, conforme al sentido de la sentencia anterior, negativo o positivo. Por eso, dado que Job 4, 18 es positivo, hemos traducido aquí quanto magis, cuanto más, como en 2 Sam 16, 11.
Aquí se dice que los hombres habitan en casas de barro. En esa línea, la casa de barro es su φθαρτὸν σῶμα, su cuerpo corruptible, tomado del limus terrae o barro de la tierra (Job 33, 6; cf. Sab 9, 15). Se trata de una habitación frágil, construida con materiales inferiores y destinados a la destrucción.
La explicación que sigue (aquellas cuyo יסוד, es decir, cuyo fundamento es polvo) muestra esto de un modo aún más claro que Gen 2, 7; 3, 19. Ellas (las casas) son destruidas (el sujeto es cualquier cosa que actúa de forma destructiva en la vida de un hombre). La expresión לפני־עשׁ no significa “antes que sea destruida por la polilla” (Hahn), ni más rápidamente que lo que destruye una polilla (Oehler, Fries), ni tampoco en el sentido de “queda en manos de la polilla para ser destruida” (Schlottmann). De un modo estricto לפני significa, como en Job 3, 24 (cf. 1 Sam 1, 16), “como”, es decir, “tan fácilmente como es destruida una polilla”.
Los hombres duran así de una mañana hasta la tarde. Ellos se rompen en piezas (הכּת, de כּתת, en vez de הוּכת), de manera que son por sí mismo tan efímeros. Ellos perecen para siempre, sin que nadie les mantenga en su corazón (suplir על־לב, Is 42, 25; 57, 1), o sin que nadie dirija hacia ellos su mente, animum advertit (suplir לב, Job 1, 8).
En 4, 21 el alma se compara con la cuerda de una tienda que se tensa y que así mantiene extendidas las lonas o pieles que la recubren; de esa forma el alma, que está como tensa hacia su fundamento superior, mantiene el cuerpo unido; por su parte, Ecl 12, 6 compara el alma con una cinta de plata, que mantiene la lámpara que cuelga de la cobertura de la tienda.
Olshausen tiende a leer יתדם, como clavija de tienda, en vez יתרם, y en esa línea piensa que la palabra בּם resulta superflua y carente de sentido. Pero la comparación que aquí se aplica al alma y a la vida que es sostenida por ella corresponde a la comparación usual del alma con un hilo o cuerda, que se rompe o desgarra por la muerte (Job 6, 9; 27, 8; Is 38, 12). En esa línea, la palabra בּם no es superflua o carente de sentido, porque con ella se intenta decir que la duración de la vida se corta de pronto, como se derrumba una tienda cuando se rompe aquello que en ella (בם) corresponde al alma (es decir, al נפשׁ), que aparece como la cuerda tensada que mantiene la lona.
La relación de los miembros de la sentencia entre sí (en Job 4, 21) es la misma que en Job 4, 2. Los hombres sin sabiduría mueren sin más, es decir, sin haber actuado de un modo consecuente, sin haber tenido en cuenta el carácter perecedero de su naturaleza y de su distancia respecto a Dios. Es decir, bien miradas las cosas, ellos mueren sin estar preparados, sin advertirlo, cf. Job 36, 12; Prov 5, 23. Oehler traduce de un modo correcto: Sin haberse vuelto más sabios por las aflicciones que les envía Dios. La palabra del “espíritu” que ha hablado a Elifaz termina aquí, como muestra de un modo bien claro la división de las estrofas. Pues bien, ahora, teniendo eso en cuenta, Elifaz se dirige a Dios.