Читать книгу Régimen disciplinario castrense - José Miguel González Reyes - Страница 29
1.4.3. Felipe III el Piadoso y la figura del Superintendente
ОглавлениеDel reinado de Felipe III (1598–1621) es destacable la Ordenanza Militar de 8 de julio de 1603 cuya vigencia se extiende a poco más un siglo. En el periodo de su promulgación, la disciplina estaba pasando por un momento de relajación careciendo del rigor de tiempos anteriores siendo preciso volverla a su antiguo estado149. En este sentido reza la Ordenanza: “(…) habiendo entendido que la buena disciplina militar que solía haber en la Infantería española se ha ido relajando y corrompiendo en algunas cosas dignas de remedio y deseando su conservación y aumento mandé que se practicase en mi Consejo de Guerra sobre ello y se me consultase lo que pareciere; habiéndolo hecho con el acierto y consideración que la calidad de la materia requiere, he resuelto lo que sigue”.
La Ordenanzas de 1603 proveyó al cargo de Superintendente, que había sido creado por Felipe II150, de todo un conjunto de regulaciones para ayudarle en su cargo. Estas Ordenanzas y la amplitud de sus poderes permitieron al Superintendente perseguir los casos de malversación económica, insubordinación e incompetencia, y aplacar los motines que habían constituido una auténtica plaga en los ejércitos, donde los oficiales ahora temían ser perseguidos y procesados mientras que los soldados disponía de un foro de queja151.
Desde el punto de vista formal, la Ordenanza de 1603 presenta una técnica defectuosa debido al exceso de conceptos abstractos y reglas morales coexistentes con escasos preceptos en sentido pragmático, que las hacían, sin duda, difíciles de llevar a la práctica152.
El 17 de abril de 1611, esas mismas Ordenanzas son revisadas por Felipe III con objeto de favorecer la protección de la disciplina militar, si bien mantienen un mismo contenido en orden a las cualidades personales y prendas morales, capacidad de instrucción, servicios de los Maestres de Campo y Capitanes, sus respectivas funciones, leyes penales y organización de los Tercios, subsistiendo desde el punto de vista procesal orgánico la autoridad jurisdiccional del Capitán General asistido del Auditor, que ejerce las materias por éste delegadas en materia disciplinaria153.
Se dicta en el reinado de Felipe III también otras Ordenanzas de relevancia para la Marina como la Ordenanza para las Armadas del Mar Océano (1606) y las Ordenanzas de Galeones y Galeras (1608, 1613 y 1618).
Con Felipe III se inició la decadencia del Imperio español fruto de la indisciplina creciente en los ejércitos cuya consecuencia derivaba de unas normas militares consideradas, a todas luces, ineficaces.