Читать книгу Edificios ruinosos, supuestos de declaración y procedimiento - José Vicente Ferrando Corell - Страница 14

Una vez estudiadas las repercusiones jurídicas del hecho ruinoso en torno a los tipos de propiedad, bien pública, bien privada, vamos a tratar de introducirnos en los conceptos «daño temido y daño producido», así como en sus consecuencias. Es decir, vamos a estudiar aquellos posibles antecedentes históricos que han permitido llegar, a nuestro juicio, a la formulación actual de los artículos que tratan el hecho ruinoso, correspondientes de las diferentes legislaciones autonómicas.

Ya en el «Fuero Viejo de Castilla»38, de la segunda mitad del siglo XIII, se disponía al respecto que:

«Otrosí si un hombre tuviese casa y amenazase ruina [“fuer acostada”], débela reparar, para que las otras casas cercanas no reciban daño. Y si después que se le advirtiese no la quisiera reparar, y viniese daño a las otras casas cercanas, debe pagar todo el daño al dueño de la casa “perjudicada”».

También en el «Fuero de Sepúlveda»39, al referirse a «la casa que cayere o hiciera daño», estipula de forma muy peculiar los incidentes derivados del daño producido, cuando estima que:

«Si alguno temiese que caiga la pared de su vecino, o casa, o viga, o incendio…, manifiéstelo a “su” dueño…, con los alcaldes o en concejo, “para” que eche la pared, o la viga, o la apoye con algo. Y pague el doble del daño que hiciere después de la denuncia.

Y si por ventura matare a alguien, pague el doble de la indemnización y quede por siempre como enemigo.

Pero declaramos que nadie debe pagar indemnización ninguna por hombre ni bestia, que pared, o madero, o casa hiriere o matare antes que fuere denunciado»40.

Como no recibe el mismo tratamiento jurídico el daño hecho o producido y el daño temido o previsto, vamos a puntualizar cada uno de ellos, así como las reparaciones necesarias en la erradicación del mismo.