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El Middle Group y el psicoanálisis contemporáneo
ОглавлениеAunque los analistas del Middle Group estaban influenciados tanto por la psicología del yo como por los kleinianos, su enfoque clínico era más innovador, si no radical. Teóricamente, los analistas del Middle Group cuestionaron las teorías del instinto establecido más decisivamente que cualquiera de los otros grupos freudianos, especialmente la idea de la destructividad como motivo primario. El interés del Middle Group por las realidades de la infancia y el impulso del desarrollo prefiguró e influyó en el psicoanálisis del desarrollo actual, incluyendo gran parte en la investigación del desarrollo infantil.
Algunos analistas relacionales contemporáneos han señalado la falta de atención del Middle Group a la influencia de la contratransferencia del analista en el proceso analítico. Como han pedido a los analistas que tomen en cuenta sus propias personalidades, han expresado una preocupación paralela de que la imagen que el Middle Group tiene de la madre excluya la propia personalidad y la subjetividad de la madre, haciendo demasiado hincapié en el papel materno como objeto de las necesidades del bebé. Al hacerlo, se han visto respaldados por las opiniones actuales sobre las relaciones entre los progenitores y los infantes, que implican una transacción bidireccional entre los cuidadores y el bebé. (Véase el capítulo 15.) Algunos autores relacionales han trabajado para llenar este vacío (J. Benjamin, 1988; Seligman, 2003; Slochower, 1996; entre otros).
Dicho esto, el Middle Group apunta a las ricas posibilidades de expandir la atención freudiana a lo que se encuentra más allá de la superficie del lenguaje ordinario y la interacción, al comprometer la presencia vívida de los cuerpos, los sentimientos y la ubicación de los individuos en sus entornos socioculturales. En un conjunto de voces distintivas y sin patologizar, las tradiciones del Middle Group plasman las formas imaginativas en las que la gente puede moldear su sentido de lo que es real y convincente, ya sea en la experiencia corporal, la emoción, la interacción humana real, las fantasías, la ilusión, los objetos internos, etc. Todo esto está profundamente influenciado por un fuerte contacto con los mundos multidimensionales de la infancia y la niñez.
Eric Rayner (1990, p. 9) lo reflejó en su libro, The Independent Mind in British Psychoanalysis:
Los independientes se unen porque, en primer lugar, todos son psicoanalistas comprometidos, y luego, no porque defiendan ninguna teoría particular en su interior, sino simplemente porque tienen una actitud en común. Se pretende evaluar y respetar las ideas por su uso y valor de verdad, sin importar de dónde vengan. Aquí, el uso positivo y el disfrute de la duda es esencial. La certeza ideológica y el sectarismo son ajenos a su espíritu. Cuando se producen diferencias, los independientes prefieren resolverlas por medio de la discusión y el compromiso. A veces, otros analistas consideran esta actitud un eclecticismo descuidado. Puede deteriorarse fácilmente hasta llegar a esto, pero esencialmente requiere una cuidadosa educación y una intensa disciplina intelectual. A una mente independiente se le exige mucho.