Читать книгу Tratado de Derecho pop - Bruno Aguilera Barchet - Страница 56
EN NOMBRE DEL SENADO Y DEL PUEBLO DE ROMA
ОглавлениеPermitidme recordaros que en un principio Roma era formalmente una ciudad-Estado, en la estela de las polis griegas. El concepto de «Estado» tal y como lo entendemos ahora no existía aún formalmente en Roma, pues faltaban mil años para que Nicolás Maquiavelo (1469-1527) le diera al término Estado su significado actual. Hay que señalar sin embargo que, a partir de Augusto, el manifiesto incremento del poder del «princeps» se refleja de forma significativa en que el término res publica dejó de referirse literalmente a los asuntos o el patrimonio del Populus para empezar a tener el actual sentido de «república» como «Estado».
Pues bien, en esta nueva acepción del término «res publica», el Senado pasó a desempeñar, por voluntad expresa del propio Augusto, un papel estelar, sobrepasando la importancia de los comicios, las tradicionales asambleas populares romanas. Es muy significativo que en los primeros tiempos de la «República» los magistrados con «imperium» actuaban en nombre del Populus Senatusque Romanus, fórmula que reflejaba que el Pueblo pasaba antes que el Senado. Sin embargo, con el tiempo cambió el orden de los factores, como dirían los matemáticos, y el senado se antepuso al pueblo. La consecuencia fue que los magistrados romanos que ostentaban los cargos unipersonales más importantes empezaron a ejercer su poder en nombre del Senado y del Pueblo de Roma (Senatus Populusque Romanus: SPQR).
Imagen 2. El Senado y el Pueblo de Roma presidiendo el Arco de Tito en el Foro romano
Es este un punto de inflexión tan relevante en la historia del Imperio Romano que no es de extrañar que SPQR sea el título escogido por la gran divulgadora de Roma, Mary Beard para su historia de la antigua Roma. Catedrática de Cambridge, su aspecto y su trabajo están totalmente alejados del rígido carcán académico. Sobre todo en los excelentes documentales en los que interviene, que abren nuestros ojos a una época tan fascinante de la que somos todavía deudores y no solo en el Derecho.
Si el senado se puso por delante de las asambleas populares, sin embargo, no fue solo porque en él se sentaran los pesos pesados de la sociedad romana. También fue decisivo que se tratara de una asamblea más manejable a la hora de centralizar el poder en una Roma que salía del caos de las guerras civiles y necesitaba como el comer el restablecimiento del orden.