Читать книгу Comentario al texto hebreo del Antiguo Testamento - Profetas Menores - C. F. Keil - Страница 36

4, 3-5

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3 Por lo cual se enlutará la tierra y se extenuará todo morador de ella; las bestias del campo, las aves del cielo y aun los peces del mar morirán. 4 ¡Que nadie acuse ni reprenda a otro! Tu pueblo es como los que resisten al sacerdote (=disputan con el sacerdote). 5 Tropezarás por tanto en pleno día, y de noche tropezará contigo el profeta, y a tu madre destruiré.

4, 3. Los crímenes anteriores llevan a la ruina. Las palabras de este verso muestran no solo que la creación inanimada sufre a consecuencia de los pecados y crímenes de los hombres, sino que la depravación moral de los hombres causa la destrucción física de otras creaturas. Como Dios ha dado al hombre el dominio sobre todas las bestias y sobre toda la tierra, a fin de que utilice ese dominio para gloria de Dios, así castiga él la maldad de los hombres con la peste, o con la devastación de la tierra.

El lamento de la tierra y la devastación de los animales son el resultado natural de la falta de lluvia y de la gran sequía que se extiende, como en el tiempo de Ahab a lo largo del reino de las diez tribus (1 Rey 17, 18), y a juzgar por Am 1, 2 y 8, 8 algo semejante ocurrió repetidamente con la continua idolatría del pueblo. Los verbos no están en futuro, en cuyo caso el castigo sería solo objeto de amenaza, sino en aoristo, expresando algo ya sucedido, y que continuará sucediendo.

כּל־יושׁב בּהּ (todo morador de ella): no se refiere a los hombres, sino a los animales, como muestra la expresión posterior, בּחיּה וגו. La ב se utiliza para enumeración de individuos, como en Gen 7, 21; 9, 10. Los peces son mencionados al final, e introducidos con un וגם, de tipo enfático, para mostrar que la sequía se extenderá de tal manera que incluso los lagos y otras corrientes de agua se secarán. האסף, ser recogidos, ser expulsados, desaparecer o perecer, como en Is 16, 10; 60, 20; Jer 48, 33.

4, 4. A pesar del estallido del juicio divino, el pueblo se muestra incorregible en sus pecados. אך no ha de tomarse como una antítesis tácita, como diciendo que dada la gran perversidad era mucho lo que había que castigar, pues esta idea sería inútil. La primera frase contiene un argumento que muestra la desesperación de la maldad.

Debe rechazarse la idea de que el segundo vyai², 'īsh, ha de tomarse como un objeto, pues esa idea no se puede defender ni por la expresión אישׁ בּאישׁ de Is 3, 5, ni apelando a Am 2, 15, y no tiene ningún significado desde la perspectiva de la segunda parte del verso. Por eso no hay necesidad de probar que la frase no significa “cada uno que tiene un sacerdote acusa al sacerdote en vez de acusarse a sí mismo por la calamidad que le sucede”, como supone Hitzig, pues עם significa la nación, y no un individuo.

Por su parte, ועמּך tiene un sentido adversativo, dando la razón del argumento anterior en el sentido de “dado que tu pueblo…”, o simplemente “tu pueblo son seguramente aquellos que disputan con el sacerdote”. La expresión inusual !hE)ko ybeîyrIm., los que disputan con el sacerdote, es análoga a la de “los que se mueven por la frontera” (Os 5, 10), y puede explicarse, como suponen Lutero, Grocius y otros, partiendo de la ley que aparece en Dt 17, 12-13, según la cual toda disputa legal debía ser resuelta en último término por un sacerdote y juez como tribunal supremo, de tal forma que quien intente resistir al veredicto de ese tribunal deberá ser condenado a muerte.

El sentido de la frase es que Israel se parece a aquellos a quienes la ley describe como rebeldes contra los sacerdotes (Hengstenberg, Beit. II, 55). El sufijo “tu nación” no se refiere al profeta, sino a los hijos de Israel, la suma de los cuales constituyen la nación, a la que se dirige directamente el siguiente verso.

4, 5. La palabra T'äl.v;k', de kshal, no se utiliza aquí con referencia al pecado, como supone Simson, sino al castigo, y significa caer, en el sentido de perecer, como en Os 14, 2; Is 31, 3, etc. היּום no es “hoy”, o el día en que deba darse el castigo, sino “de día”, pues así lo exige la antítesis con לילה, como en Neh 4, 16. נביא, sin artículo, de un modo indefinido y general, se refiere a los falsos profetas, no de Baal, sino de Yahvé que es adorado bajo la imagen de los becerros, que practicaban la profecía como un negocio, y que según 1 Rey 22, 6, eran muy numerosos en el reino de Israel.

La afirmación de que el pueblo caerá de día y los profetas de noche no nos permite interpretar el día y la noche de un modo alegórico, como si el día fuera el tiempo en que es visible el camino del derecho, y la noche como el tiempo en que ese camino está escondido u oscurecido, sino que como muestra el paralelismo de las frases, día y noche significan todos los tiempos, tiempos en que han de caer pueblo y profetas. “No habrá tiempo sin matanza, ni para los individuos, ni para la nación en su conjunto, ni para los falsos profetas” (Rosenmüller). En la segunda parte del verso se anuncia la destrucción de toda la nación y del reino (ßM.[;w>, de 'ēm, es toda la nación, como en Os 2, 2; Heb 4, 1).

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