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I. INTRODUCCIÓN: LA EXPERIENCIA BRITÁNICA DEL ONLINE MONEY CLAIM COURT

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En la actualidad, el factor que más limita el acceso a la justicia es el coste de las normas judiciales actuales. Lord Thomas de Cwmgiedd, Presidente del Tribunal Supremo del Reino Unido, dijo en un discurso pronunciado ante el Comité de Justicia de la Cámara de los Comunes en 2016 que la justicia civil es ahora “inasequible para la mayoría”2. Abogó por una legislación primaria que permitiese la creación de un Tribunal en Línea en el que la asistencia para la conciliación estuviera disponible como una parte del proceso y en donde los litigantes no estuviesen en desventaja por estar representados por abogados.

Nosotros, como miembros de la profesión en su conjunto, deberíamos avergonzarnos de una situación en la que nuestros propios honorarios se han convertido en la principal barrera para la justicia y deberíamos trabajar activamente para cambiar esta situación. Como en la mayoría de las áreas de servicio, la tecnología es un elemento clave para ese cambio. La Resolución de Litigios en Línea (ODR, por sus siglas en inglés) tiene la capacidad de hacer que la justicia deje de ser accesible para todos “como el hotel Ritz”, como declaró el juez Mathews con cierto cinismo hace más de 100 años, y pase a ser accesible, en realidad, para todos “como si fuese un Premier Inn”3.

Para ser justos, el Gobierno del Reino Unido ha hecho una considerable inversión en la modernización de los tribunales, tanto de los civiles como de los penales, aunque este documento cuestiona si una iniciativa importante (para las reclamaciones monetarias civiles) está dando buenos resultados. Mi objetivo general en este artículo es el de identificar las lecciones que deberían aprender los administradores de los tribunales de todo el mundo que están tratando de desarrollar servicios judiciales en línea.

Una de las primeras lecciones para los tribunales que pretendan introducir el ODR es la de vigilar de cerca, y trabajar para subsanar, la percepción que tienen los abogados de este tipo de desarrollos. A modo de ejemplo, son muchos los abogados que consideran que la llegada del Tribunal en Línea es también una amenaza para su papel dentro del sistema judicial en su conjunto. Aunque el ODR (Resolución de Litigios en Línea) puede ser ciertamente disruptivo para las actuales prácticas, el mensaje real que deberían recibir los abogados es que abre nuevas oportunidades para que los abogados puedan centrarse más en la prestación de unos servicios rentables en el extremo superior de la franja de habilidades de lo que serían capaces de hacer sin las tecnologías de ODR y, lo que es más importante, que al facilitar significativamente el acceso a la justicia, y por consiguiente aumentar el número de litigios que el público puede incoar a través del sistema de justicia, esto aumentaría el mercado que ofrecen los servicios de asesoramiento jurídico. Los abogados que adopten los ODR y que traten de explotar de forma creativa las herramientas disponibles podrían beneficiarse frente a aquellos que simplemente desean seguir aplicando las viejas prácticas que han hecho que el acceso a la justicia se viese reducido. Este es un mensaje que los tribunales deberían tener en cuenta. Asociar los tribunales en línea con una herramienta que se usa únicamente con las demandas de bajo valor y fuera de la franja de costes en donde ejercen los abogados, refuerza la percepción, desde el punto de vista de los abogados, de que el concepto de Tribunal en Línea no es para ellos, con lo cual se perderían muchas oportunidades.

Permítanme centrarme a continuación en el rendimiento del nuevo Tribunal en Línea, conocido como Online Civil Money Claim Court (OCMC) en Inglaterra y Gales, que forma parte de la tramitación de las reclamaciones de escasa cuantía del Tribunal del Condado. Dicho tribunal se puso en marcha, en régimen de pruebas, en el mes de abril de 2018, y hasta noviembre de 2020 se habían presentado ya 780.000 expedientes. El 50% de ellos tiene un valor inferior a las 1000 libras, de los que un 20% no supera las 300 libras4.

El tribunal está restringido a pleitos por cantidades fijas de dinero hasta un máximo de 10.000 libras, en los que haya un solo demandado con residencia en Inglaterra o Gales y que, por razones que explicaré más adelante, no puede ser una agencia gubernamental.

La génesis de este Tribunal en Línea se encuentra en un informe del Grupo Asesor para la Resolución de Disputas en Línea del Consejo de Justicia Civil del Reino Unido. La función principal del Consejo de Justicia Civil es la de asesorar al Lord Chancellor (el Jefe de la Administración de Justicia en Inglaterra y Gales y Presidente de la Cámara de los Lores), así como al Poder Judicial y al Comité de Reglas Procesales Civiles sobre asuntos civiles, con especial atención a la supervisión y la coordinación continuadas de la modernización del sistema de Justicia Civil del Reino Unido. El Grupo Consultivo, del que formé parte, se encargó de investigar las posibilidades de introducir la resolución de litigios en línea en el sistema judicial para las demandas civiles de escasa cuantía (hasta las 25.000 libras). Las recomendaciones están contenidas tanto en su Informe Final, publicado en 20155, como en una respuesta de seguimiento que se daba a los puntos planteados en el Informe del Sr. Justice Briggs sobre la estructura del sistema judicial civil en su conjunto6.

La principal recomendación fue la de que se estableciese un sistema en tres niveles que hiciese hincapié en ayudar a las partes a comprender mejor los puntos fuertes y débiles de su caso y gestionar de este modo las expectativas, facilitando al mismo tiempo diversas formas de asistencia, tanto automatizada como presencial, que permitiesen su resolución sin contar con la participación de un juez, lo que aumentaría el acceso a la justicia y reduciría el número de pleitos que deben ser tratados por un juez. Los niveles serían los siguientes:

Nivel 1 – evitar el litigio. Esto proporcionaría una asistencia en línea para el diagnóstico y la evaluación del problema, contando con el apoyo de ayudas y servicios interactivos. Esto ayudaría a que las personas pudiesen identificar la mejor forma de resolverlos.

Nivel 2 – contención del litigio. Esto implicaría la facilitación en línea, en la que una serie de facilitadores/mediadores con formación y experiencia tratan de mediar para que las partes lleguen a alcanzar un acuerdo. También se dispondría de algunas herramientas de negociación electrónica, como el caso de las ofertas ciegas.

Nivel 3 – resolución del litigio. Si no se resuelve en las dos primeras etapas, los jueces decidirían los casos más adecuados en línea, en gran parte tomando como base los documentos recibidos electrónicamente, pero con la posibilidad de poder realizar audiencias telefónicas. Las decisiones serían igual de vinculantes, ejecutables y recurribles como lo es cualquier otra resolución judicial. Sin embargo, en cualquier momento, si se considera oportuno, por ejemplo, para comprobar las pruebas presentadas, el juez podría exigir una audiencia presencial.

En resumen, la propuesta haría que el concepto de “tribunal” dejase de ser un edificio, con todo el coste y las molestias que eso conlleva, para convertirse en un servicio.

Hay que tener en cuenta que no es la primera vez que se crea un tribunal en línea en Inglaterra y en el País de Gales, ya que el Money Claim Online7 (MCOL) lleva funcionando más de 15 años. En gran medida, actúa únicamente como un servicio de presentación electrónica, después de lo cual el expediente judicial es remitido al antiguo sistema, una vez que se han presentado las alegaciones (aunque se puede dictar sentencia si no se presenta una Defensa a tiempo). Tengo entendido que la intención original había sido la de desarrollar un sistema más competitivo para un tribunal civil en línea, aunque el progreso se estancó, sin duda debido al cambio en las prioridades financieras. El límite financiero máximo son los pleitos por un valor inferior a las 100.000 libras esterlinas.

Evidentemente, resulta confuso que haya dos tribunales en línea para las reclamaciones de hasta un máximo de 10.000 libras esterlinas, sobre todo porque, debido a la gran diferencia de edad que existe entre ellos, cada uno tiene una “apariencia” totalmente distinta. Una lección preliminar que podríamos sacar para otras jurisdicciones con iniciativas recientes en línea sería la posibilidad de cerrar el sistema en línea más antiguo y crear un nuevo sistema único.

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