Читать книгу Evaluación de procesos: una mirada crítica y propositiva de la situación de la política e instrumentos de Ordenación del Territorio en España - Joaquín Farinós Dasí - Страница 24
3.3.2. La interconexión entre las políticas de OT y las de desarrollo económico
ОглавлениеLas políticas de OT y la de desarrollo económico regional, a pesar de ser dos campos de actividad de las CCAA que presentan zonas de intersección, constituyen dos líneas de trabajo de los gobiernos regionales que difícilmente se cruzan y se conectan. Y el problema no radica en que se trate de áreas de trabajo asignadas a consejerías y departamentos distintos, que también, sino principalmente en la falta de voluntad para avanzar hacia esta perspectiva más integral. Así pues, del mismo modo que en algunas CCAA se ha ido estrechando la relación entre la OT y la gestión ambiental, convendría concienciarse de la conveniencia de seguir una vía de confluencia similar con la política de desarrollo económico. Y esto último debe correr en paralelo a la mayor articulación entre las distintas políticas sectoriales que alimentan los procesos de desarrollo económico (innovación, formación y educación, sectores productivos, empleo, financiación, energía, infraestructuras, etc.). En suma, se trataría de avanzar hacia lo que se ha denominado estilo neocomprehensivo de la planificación (Farinós y Milder, 2007), en el que se pueden lograr progresos a partir de una revisión más integradora de los instrumentos de OT de carácter sectorial (Peiró y Farinós, 2019).
Efectivamente, por lo general nos hallamos ante una OT muy centrada en las cuestiones físicas de usos del suelo y con dificultades para profundizar en una perspectiva integral. La vocación es actuar a escala territorial con este último carácter integral, articulando las diversas políticas sectoriales en un ámbito espacial determinado; pero el vínculo con las políticas sectoriales raramente alcanza a las políticas de carácter más económico. En este sentido, los departamentos encargados de la OT y los que asumen las políticas de desarrollo económico regional mantienen niveles muy reducidos de coordinación; a pesar del influjo que debería jugar la política de cohesión europea a través de sus fondos.
La política económica autonómica presenta limitaciones de cara a articularse con la OT. Por una parte, esta política de desarrollo económico regional se halla disgregada en diversos departamentos, que no siempre acaban de dotarse de una lógica y perspectiva de conjunto. En esta dirección se avanza cuando se articula una estrategia más global en respuesta a una vocación transformadora a medio plazo, lo que obliga a coordinar diversas políticas sectoriales para afrontar dicho reto, con o sin lo que podríamos denominar planificación económica. En este ejercicio a medio y largo plazo, el modelo que se define, identificador de la realidad a alcanzar, constituye el eje vertebrador de las diversas políticas sectoriales implicadas en el desarrollo económico. Ahora bien, no siempre ni de manera suficiente la definición de este modelo económico y productivo acaba traduciéndose en el despliegue de una estrategia efectiva de desarrollo integral a nivel regional y en el recurso a conexiones habituales de técnicos y responsables políticos de diversos departamentos implicados.
El cambio en las narrativas y en las rutinas identificadas en las políticas de OT de algunas CCAA apunta el camino a seguir en esta dirección más integral, pero los logros alcanzados todavía son escasos. Ahora bien, esta consideración más general relativa a la escasez de experiencias de carácter integral no está reñida con que podamos citar alguna experiencia positiva en la dirección adecuada. Por ejemplo lo acontecido a nivel estatal a principios de la década de los años 90, cuando se elaboró el Plan Director de Infraestructuras 1993-2007 por parte del Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente, el cual comprendía un diagnóstico territorial al tiempo que definía el modelo territorial que serviría de referencia en la definición del Plan de Desarrollo Regional de las Regiones Objetivo 1 del Reino de España, presentado a la Comisión Europea con vistas a negociar el Marco Comunitario de Apoyo en el periodo de programación 1994-2000.