Читать книгу Alimentación vegana - Ruediger Dahlke - Страница 32

Оглавление

Enfermedades cancerosas y sus causas

A lo largo de las tres últimas décadas he escrito sobre los fundamentos psíquicos de ciertos cánceres. El planteamiento de mis libros La enfermedad como símbolo, El mensaje curativo del alma y El mensaje curativo del alma femenina tiene como objetivo evitar que las células cancerosas campen a sus anchas por nuestro organismo y que cada persona asuma por sí misma su autorrealización para vivir. La idea puede sorprender a muchos pacientes, pero me consta que a algunos les ha deparado verdaderos beneficios en su salud. De acuerdo con las ideas de la psicosomática, de base científica y complementada por el correspondiente programa de alimentación, nuestras posibilidades de lucha contra el cáncer mejoran sensiblemente. Ahora disponemos de un arma muy efectiva que carece de efectos secundarios y que no es superflua, todo lo contrario, para las personas sanas: la adaptación del trasfondo mental, así como la alimentación vegana por sus efectos sobre la aparición del cáncer, la deberían utilizar todos los seres humanos.

CÁNCER Y COLESTEROL

En el año 1992, Campbell y sus colaboradores ya observaron en sus estudios con ratas de laboratorio que se podía activar el cáncer a base de una alimentación rica en proteínas y, al contrario, desactivarlo con una ingesta de escaso contenido proteínico. Dos grupos de ratas fueron tratados con aflatoxinas, un poderoso cancerígeno que afecta al hígado. Uno de esos grupos recibió, además, una alimentación enriquecida con un 20 % de caseína (proteína de la leche), mientras que a la comida del otro grupo solo se incorporó la cuarta parte de esa sustancia. Al cabo de cien semanas todos los animales del primer grupo estaban muertos o moribundos. En el otro grupo, en el mismo periodo y a pesar de haber recibido la misma cantidad de aflatoxinas, todos los animales estaban vivos e irradiaban vitalidad, algo que se podía apreciar perfectamente en su sedoso pelaje.

Proteína de «alto valor» y de «bajo valor»

Durante mucho tiempo, la medicina convencional ha considerado que la proteína animal es algo muy valioso, pues contiene todos los aminoácidos y hace que el crecimiento se active rápidamente. Pero entretanto, y debido a los episodios de cáncer aparecidos, conocemos los inconvenientes que puede presentar un crecimiento rápido posterior a la adolescencia. Además, según esta lógica, para nosotros la carne humana sería lo mejor, es decir, la de alto valor biológico… Pero son muchos los estudios que muestran que las denominadas proteínas vegetales de bajo valor biológico favorecen un crecimiento más lento pero más duradero, no fomentan el cáncer y, además, tienen la capacidad de minimizarlo. El hecho contrastado es que una alimentación basada en frutas y vegetales puede evitar el cáncer, del mismo modo que la comida animal puede activarlo.

Por otra parte, sabemos que la proteína vegetal es capaz de reducir de forma natural el nivel de colesterol, pues este, como materia de unión y asociación, ya no es necesario en tan gran medida. Igualmente, se sabe que la proteína vegetal hace descender el riesgo de cáncer y nos procura una gran cantidad de efectos positivos. Hasta la fecha no hay un solo estudio que se haya referido a sus inconvenientes o aspectos negativos. El uso actual de la denominación «alto valor» y «bajo valor» para referirse a las proteínas es totalmente falso e induce a error. En otras palabras: la proteína vegetal, desde el punto de vista de la salud, es de alto valor, mientras que la animal es no solo de bajo valor sino, además, peligrosa.

En el caso de los animales cuya alimentación pasó de ser rica en proteína láctea a ser proteínicamente escasa, se pudo observar que el crecimiento de tumores descendía de un 35 a un 40 %. Si posteriormente se volvía al exceso de proteínas, esos valores volvían a subir. La sospecha extraída de estas observaciones intrigó al autor durante muchos años y pudo seguir alimentándola a través de diversos experimentos. Campbell pudo demostrar que la proteína de la leche influye en las células y las hace reaccionar como cancerígenas. Puesto que se habían comprobado muchas sustancias para los distintos tipos de cáncer y dado que las ratas disponen de un metabolismo proteínico muy similar al de los humanos, estaba muy claro que el paso siguiente era hacer estudios semejantes en personas.

The China Study, con su gran cantidad de participantes, supuso ese paso y arrojó unos resultados en verdad escalofriantes. Un elevado nivel de colesterol no solo era un claro signo de la probabilidad de sufrir afecciones cardiovasculares, sino que también representaba un elevado riesgo de cáncer. El colesterol alto en sangre surge por una alimentación carnívora que aporta gran cantidad de contenido graso. Por tanto, es también un marcador para personas que disfrutan con esa alimentación animal.

Alimentación vegana

Подняться наверх