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Después de estos acontecimientos nació de Agar Ismael, en el cual podría pensar que se había cumplido lo que se le había prometido al haber deseado adoptar a su sirviente, cuando Dios le dijo: No será este tu heredero, sino que el que salga de ti, aquel será tu heredero148. Así pues, para que no pensase que esta promesa se había cumplido en el hijo de la esclava, ya cuando contaba noventa y nueve años se le apareció el Señor y le dijo: Yo soy Dios, complace a mis ojos y vive sin queja, y yo estableceré mi alianza entre mí y entre ti y te colmaré en gran manera. Y Abram cayó de cara. Y Dios le habló diciendo: Y aquí estoy, mi alianza es contigo, y serás padre de una multitud de pueblos; y ya no recibirás el nombre de Abrán, sino que tu nombre será Abraham, porque te hice padre de una multitud de pueblos, te engrandeceré extraordinariamente y te pondré al frente de los pueblos y de ti saldrán reyes; y sellaré mi alianza entre mí y <entre> ti y entre tu descendencia en sus generaciones después de ti en una alianza eterna para que sea tu dios y el de tu descendencia después de ti. Y te daré a ti y a tu descendencia después de ti la tierra en la que habitas, toda la tierra de Canaán en posesión eterna, y seré su Dios. Y dijo Dios a Abraham: tú por tu parte guardarás la alianza conmigo, tú y tu descendencia después de ti en sus generaciones. Y este es el compromiso que guardarás entre mí y vosotros y entre tu descendencia después de ti en sus generaciones: que todo varón vuestro sea circuncidado, y vosotros os circuncidaréis la carne de vuestro prepucio y será en señal de la alianza entre mí y los tuyos. Y el niño de ocho días será circuncidado, todo varón vuestro en vuestras generaciones. El esclavo nacido en casa y el comprado de cualquier hijo ajeno, que no es de tu descendencia, será circuncidado mediante la circuncisión, el nacido en casa y el comprado. Y estará mi alianza en vuestra carne en alianza eterna. Y el varón que no fuera circuncidado, que no se circuncide la carne de su prepucio al octavo día, aquella alma se perderá de su linaje, porque rompió mi alianza. Y dijo Dios a Abraham: Sara, tu esposa, ya no será llamada por el nombre de Sara, sino que su nombre será Sarra. La bendeciré y te daré un hijo de ella, y lo bendeciré, y gobernará sobre naciones y los reyes de los pueblos saldrán de él. Y Abraham cayó de cara y rió y se dijo en su mente: ¿voy a tener <un hijo> yo, que tengo cien años, y va a dar a luz Sarra a los noventa? Dijo entonces Abraham a Dios: Que Ismael viva aquí ante tu mirada. Dijo por su parte Dios a Abraham: Así es, tu esposa te dará un hijo, y lo llamarás por el nombre de Isaac; y sellaré mi alianza con él en alianza eterna: que yo sea su Dios y el de su descendencia después de él. Pero he aquí que te he escuchado acerca de Ismael; he aquí que le he bendecido y le engrandeceré y multiplicaré extraordinariamente. Engendrará doce pueblos y lo pondré al frente de un gran pueblo. Pero mi alianza la sellaré respecto a Isaac, el que Sara te dará en este tiempo para el próximo año149.

Aquí quedan más claras las promesas respecto de la llamada de los gentiles en Isaac, es decir, en el hijo de la promesa, por el que se simboliza la gracia, no la naturaleza, porque es prometido el hijo de un anciano y una anciana estéril. En efecto, aunque Dios se ocupe del curso natural de la procreación, sin embargo, donde es evidente la obra de Dios al hallarse la naturaleza deteriorada y en decadencia, allí se entiende más claramente la gracia. Y ya que esto no había de suceder por la generación, sino por la regeneración, por ello en ese momento fue impuesta la circuncisión, cuando le fue prometido un hijo de Sarra. Y el hecho de que ordene que sean circuncidados todos, no solo los hijos, sino también los esclavos de casa y los comprados es testimonio de que esa gracia alcanza a todos. En efecto, ¿qué otra cosa simboliza la circuncisión sino la renovación de la naturaleza por desprenderse de lo viejo150? ¿Y qué otra cosa simboliza el octavo día sino a Cristo, que completada la semana, es decir, después del sábado, resucitó151? Se cambian también los nombres de los padres. Todo suena a novedad, y en el Antiguo Testamento se oculta el Nuevo. Pues ¿qué es lo que significa la antigua alianza sino la ocultación de la nueva? ¿Y qué otra cosa significa la nueva, sino la revelación de la antigua? La risa de Abraham es el júbilo del que manifiesta agradecimiento, no la irrisión del que desconfía. Asimismo, aquellas palabras en su mente, ¿voy a tener <un hijo> yo, que tengo cien años, y va a dar a luz Sarra a los noventa? no son propias del que duda, sino del que siente admiración. Pero si a alguien le inquietan las palabras, Y te daré a ti y a tu descendencia después de ti la tierra en la que habitas, toda la tierra de Canaán en posesión eterna, respecto a cómo puede entenderse que se ha cumplido, o bien se espera que haya de cumplirse todavía, si ninguna posesión terrena puede ser eterna para ningún pueblo, sepa que nuestros autores traducen por eterno lo que los griegos llaman α{Úνioν, que deriva de siglo; precisamente α{Úν en griego significa «siglo». Pero los latinos no se atrevieron a llamar a esto secular para no derivar su sentido a otro concepto. Lo cierto es que se llaman seculares a muchos acontecimientos que se desarrollan en este siglo, aunque transcurren incluso en un breve intervalo de tiempo; sin embargo, lo que recibe el calificativo de α{Úνιoν o bien no tiene final o bien se extiende hasta el final de estos tiempos.

La ciudad de Dios. Libros XVI-XXII

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