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C) EL MÉTODO FRADIN
ОглавлениеEl doctor Jacques Fradin dirige en París el Instituto de Medicina del Medio Ambiente. Sus teorías se exponen en dos artículos (Fradin, 1991a; Fradin, 1991b).
1. Las ideas principales
• En el 90% de las enfermedades existen genes de predisposición, pero dominan los factores medioambientales. Esto se demuestra por el siguiente hecho: cuando un individuo venido de un país donde la incidencia de una afección es x emigra a un país donde esta incidencia es y, el riesgo para sus descendientes será y, igual que para los habitantes autóctonos.
• Una población que se occidentaliza ve aumentar la frecuencia de las patologías degenerativas, que desembocan en la muerte del paciente: arteriosclerosis, problemas metabólicos, autoinmunidad, cánceres, osteoporosis, etc.
• La alimentación moderna es la principal causa de estos problemas, ya que contiene numerosos elementos tóxicos, y la mucosa del intestino delgado resulta permeable para la mayoría de ellos.
• Los principales peligros del modo nutricional actual son:
1) La carencia en ácidos grasos omega 3. Estos ácidos, abundantes en las carnes y en los pescados salvajes, se encuentran en poca cantidad en los animales de granja, por inhibición tóxica de algunas enzimas, las elongasas y las desaturasas, necesarias para su síntesis.
2) La cocción que, principalmente por encima de los 110 ºC, genera numerosas especies químicas nuevas, algunas de las cuales resultan tóxicas o cancerígenas.
3) La leche animal y sus derivados.
4) Los cereales cocinados, que han reemplazado a los granos no germinados.
• Fradin propone un régimen hipotóxico, aplicable por etapas. La primera fase consiste en limitar a 100 ºC la temperatura de cocción de los alimentos. La segunda es la exclusión de la leche animal, sin preocuparse de la carencia de calcio, que no se produce, contrariamente a lo que se cree en la actualidad. La tercera fase, reservada a los casos más graves, es la supresión de cereales y de productos animales.
• Los elementos tóxicos lipófilos atraviesan fácilmente la barrera intestinal y tienen una afinidad por el tejido adiposo, donde son almacenados. Los principales productos tóxicos lipófilos son los pesticidas, algunos disolventes, ciertas moléculas creadas por la cocción, numerosos medicamentos psicótropos y algunos aditivos alimentarios.
• Los productos tóxicos lipófilos inhiben el funcionamiento de algunas enzimas, elongasas y desaturasas, que permiten la síntesis de los ácidos omega 3, que tienen una función protectora contra la arteriosclerosis y las infecciones.
• El paso brutal de la nutrición actual al régimen hipotóxico ocasiona, en contados pacientes, una agravación de su enfermedad, que se debe a un adelgazamiento demasiado rápido, por lo que se liberan en la circulación sanguínea grandes cantidades de tóxicos lipófilos. En esas personas, el régimen hipotóxico debe introducirse de manera progresiva, por etapas, con el fin de permitir al hígado eliminar las moléculas nocivas, lo cual no es fácil, pues necesitan combinarse con otras sustancias para formar un producto hidrosoluble.
• Un adelgazamiento resulta peligroso cuando es rápido, y beneficioso cuando es lento.
• Una mejoría del funcionamiento de los emuntorios se traduce en una orina y unas heces más oscuras.
2. Comentarios
Cuando se publicó la primera edición de esta obra, no mencioné los trabajos de Fradin, ya que aún no los había leído. Es interesante comprobar que, sin habernos consultado, hemos llegado a conclusiones muy parecidas.
Estoy totalmente de acuerdo con la mayor parte de las propuestas de Fradin. Su dietética es lógica y no resulta en exceso draconiana. Es fácilmente aplicable a todas las personas suficientemente inteligentes y motivadas.
Fradin señala el gran peligro que constituyen los productos tóxicos lipófilos. Burger había señalado ya las «crisis de depuración» que sobrevienen en algunas personas al principio del régimen, y que podemos atribuir a la laboriosa eliminación de esos productos.
En el aspecto práctico, sólo discrepo en un punto. No me opongo al consumo de productos de origen animal. Es cierto que para nosotros la carne cruda no es el alimento ideal, como sí lo era para nuestros ancestros, ya que su grasa contiene demasiados tóxicos lipófilos. Pero se puede consumir una carne biológica o, mejor todavía, original y comer la parte magra de una carne común, adquirida en una carnicería de confianza.
En el aspecto teórico creo, como Burger, que las excelentes ideas de Fradin merecen ser completadas:
1) Aparte de las moléculas de origen alimentario, no debemos descuidar el peligro de las moléculas de origen bacteriano. Estas bacterias pueden atravesar la mucosa del intestino delgado e intervenir en numerosas patologías; en particular, las patologías autoinmunes.
2) Fradin observa, como Kousmine y Burger, que una mala alimentación favorece muchas enfermedades, y que una correcta alimentación es notablemente preventiva o curativa. Nos quedan por entender las etapas y los mecanismos a través de los cuales la alimentación moderna puede provocar diversos estados patológicos. Intentaré responder a esa pregunta en otros capítulos de este libro.