Читать книгу Alimentación, la tercera medicina - Dr. Jean Seignalet - Страница 42
G) MEDIDAS COMPLEMENTARIAS DEL RÉGIMEN
ОглавлениеUn complemento útil de la dietética lo constituyen cinco medidas de sentido común:
1. Suprimir el tabaco
Las desastrosas consecuencias del tabaquismo están suficientemente demostradas. El tabaco no es sólo peligroso por sí mismo, sino que, además, potencia los efectos de otros contaminantes. El fumador tiene tres riesgos principales (Bursaux, 1994):
• El cáncer de bronquios, de tubo digestivo y de otros órganos.
• La bronquitis crónica y la insuficiencia respiratoria.
• Las enfermedades cardiovasculares.
El tabaquismo acorta la vida en un número significativo de años. El 80% de los no fumadores sobrepasan la edad de 70 años frente a un 50% de los fumadores. Hay que proscribir totalmente el tabaco.
2. Tener una actividad física suficiente
A excepción de algunos enfermos aquejados de dolores u otros impedimentos, cualquier persona puede realizar diariamente ejercicio físico: practicar gimnasia y caminar durante una hora. La práctica de algunos deportes es también una buena elección.
El ejercicio físico es muy provechoso, ya que produce una hiperoxigenación y permite metabolizar más intensamente las moléculas alimentarias. Sin embargo, no tiene ningún efecto en el caso de algunas macromoléculas resistentes a las enzimas. Por ello, el régimen de tipo original, acompañado de vitaminas y de minerales, es irreemplazable.
La dietética que actualmente se propone a los deportistas consigue mejorar sus resultados a corto plazo. Pero no lentifica el envejecimiento y, a partir de la treintena, la capacidad física disminuye. El régimen ancestral, efectivo en la prevención de la arteriosclerosis y de muchos otros factores de envejecimiento, permite mantener mucho más tiempo el máximo rendimiento. Más de una vez lo he comprobado y sería verdaderamente interesante probar mi método en los deportistas de alto nivel.
3. Evitar al máximo el impacto del estrés
Todos estamos sometidos a varios tipos de estrés más o menos importantes: familiares, sentimentales, profesionales, financieros, ligados a un exceso de trabajo o a problemas de salud. Estas agresiones, sin ser la causa principal, pueden ser a menudo el factor desencadenante de numerosas enfermedades.
Debemos organizarnos la vida para suprimir o limitar ciertos tipos de estrés y forjarnos una filosofía a fin de tolerar mejor los que son inevitables. Este planteamiento es posible, si reflexionamos sobre ello.
4. Tomar fermentos lácticos
Los bacilos lácticos son gérmenes normales del intestino sano. Su aporte diario continuado modifica progresivamente la composición de la flora intestinal. La alimentación moderna suele inducir la formación de una flora de putrefacción abundante en bacterias peligrosas. Los bacilos lácticos favorecen una transición hacia una flora de maceración, mucho más benéfica.
Generalmente, prescribo 2 cápsulas de Ergyphilus (Laboratorio Nutergia) al día durante un periodo de al menos tres meses. Las cápsulas protegen a los bacilos de la acción destructora del jugo gástrico y liberan su contenido en el intestino delgado. También podemos tomar un frasco de Nutrabase (Laboratorio Filorga).
Asimismo puede resultar efectivo administrar L Base (Laboratorio Parinat), en una dosis de 3 cápsulas al día, en curas de 10 días. Se trata de lactosuero fermentado, que es un excelente nutriente para las bacterias dominantes saprofitas de la flora intestinal y que tiene una acción estimulante sobre los enterocitos.
La supresión de cereales y de productos lácteos, la elevada ingestión de alimentos crudos y la absorción de fermentos lácticos tienen siempre una acción muy favorable sobre el sistema intestinal. La colitis eventual desaparece y el tránsito intestinal se normaliza. No me parece necesario recurrir a los lavados rectales preconizados por Kousmine.
5. Tomar suplementos de vitaminas, magnesio y oligoelementos
Vitaminas
Es útil aportar las vitaminas liposolubles A, D, E, K y las vitaminas hidrosolubles B1,B2,B5,B6,B12, C. Esta medida no comporta ningún peligro, salvo en el caso de las vitaminas A y D, de las que hay que evitar una sobredosificación. Prescribo vitamina C en dosis moderadas y no en las grandes dosis recomendadas por Pauling. En efecto, no creo que el complejo funcionamiento del organismo humano, con sus millares de reacciones enzimáticas, dependa de una sola molécula. Por otra parte, la vitamina C, que es antioxidante en dosis fisiológicas, se convierte, por el contrario, en prooxidante en dosis elevadas.
Suelo prescribir Biocebe (vitaminas A, C, E y varias del grupo B) (Laboratorio Nutergia) o Actypral (vitaminas C y E naturales) (Laboratorio Codrifa) o Biortho (vitaminas A, C y E naturales) (Laboratorio Nutergia). También se pueden tomar otros preparados vitamínicos (Massol, 1995).
Magnesio
La alimentación moderna es, por regla general, demasiado rica en sodio y en calcio y muy pobre en potasio y en magnesio. La disminución de sal y la supresión de productos lácteos normalizan los aportes de sodio y de calcio. El consumo abundante de frutas y verduras aumenta el aporte de potasio.
Para el magnesio, esencial para el funcionamiento de muchas enzimas, prescribo Mag 2 (pidolato de magnesio) o Ergymag (Laboratorio Nutergia), o bien cloruro de magnesio, que se absorbe muy bien a través de la membrana intestinal. A excepción de una insuficiencia renal, no existe ningún riesgo de sobredosificación.
Oligoelementos
Citaremos entre los principales el zinc, el cobre, el manganeso, el silicio, el selenio, el cobalto, el cromo y el rubidio. Muchos otros elementos están presentes en forma de trazas y en concentraciones muy bajas en ciertos productos naturales, como el agua de mar y las algas marinas.
Entre las diversas especialidades comercializadas, prefiero Ergybiol (Laboratorio Nutergia), que tiene la ventaja de concentrar 29 oligoelementos en una única solución. Sin embargo, existen otras posibilidades para componer un cóctel de oligoelementos (Massol, 1995).